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A medida que va llegando la cita de los Oscars, comienzan a salir los estudios que hacen balance del cine que produjo Hollywood en 2016, especialmente sobre el papel de las actrices en las películas. El año pasado fue un gran año para las mujeres, y lo veremos en las nominaciones, que señalan muchas películas con fuerte presencia femenina. El Centro para el Estudio de las Mujeres en Televisión y Cine de la Universidad de San Diego concluyó que el 29% de las 100 películas que más recaudaron en taquilla están protagonizados por actrices. Nada menos que un 7% más que en 2015.
En general, la presencia de las mujeres en el cine sube, de la misma manera que aumenta su presencia y su demanda de espacio en las instancias públicas. Las actrices coparon el 37% de los papeles protagonistas en las cintas de 2016 (un 3% más que en 2015), y se incrementaron los roles para afroamericanas (3%) y asiáticas (1%). Parece que tener un casting con fuerte presencia femenina ha pasado de ser poco atractivo en taquilla, a convertirse en un reclamo para un público que favorece a su género.
Por desgracia, la desigualdad y el machismo no desaparecen, sino que se reciclan con nuevas estrategias de minusvaloración. Puede que ahora la industria abra la puerta a las mujeres porque gran parte del público lo demanda, pero de momento las usa como floreros, adornos o trampantojos. En realidad, los productores y directores de Hollywood prefieren que las actrices no hablen: solo un 37% de los papeles con texto fueron interpretados por ellas. Un 1% menos que en 2015. El estudio ofrece una solución para esta perversa maniobra: Hollywood no solo necesita más actrices, sino también más guionistas, más directoras y más productoras. Y también España.