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Selva, naturaleza en estado puro, playas de arena blanca y aguas cristalinas, templos que invitan a la meditación, paraíso de los amantes de los deportes de aventura y el surf... Bali ofrece un millón de experiencias inolvidables en una única isla, y por eso es el destino favorito de los usuarios en los Travellers' Choice para viajar en 2017.
La capital británica hace las delicias de los viajeros más urbanitas, esos que quieren encontrar en una ciudad ocio, cultura e historia, y descubrir cómo la modernidad y la tradición se dan la mano en sus calles y, sobre todo, en su ambiente.
La ciudad de la luz, la ciudad del amor, la capital de la moda, el rincón en el que el arte flota en el ambiente y que tiene ese 'ne sais quoi' que enamora e invita a querer volver una y otra vez a descubrir sus calles de bohemia, sus restaurantes a la luz de las velas, sus vistas al atardecer desde la 'rive gauche'. Como decía Audrey Hepburn, "París es siempre una buena idea".
La Ciudad Eterna es historia viva de nuestro Viejo Continente, y por eso siempre merece una visita para emparse de la cultura de la que llevamos siglos bebiendo, del arte que aparece como por arte de magia al girar cualquier esquina.
Y de la Ciudad del Amor, a la Ciudad Eterna y, de ahí, a la ciudad que nunca duerme. Porque en Nueva York siempre hay algo que hacer, algún sitio nuevo que descubrir, alguna nueva postal de su 'skyline' con la que quedarse con la boca abierta, alguna nueva azotea desde la que mirar a vista de pájaro el gigante que se esconde entre sus calles cuadriculadas, alguna puerta escondida que traspasar para escapar a otra época y a otra dimensión.
El Mediterráneo esconde un millón de secretos, y entre todos ellos, la ancestral Creta es uno de los mejor guardados. La mayor isla griega es también una de las que más historia, e historias, encierra, y también la favorita de los viajeros, por delante de las ya saturadas de turistas Santorini y Mikonos.
La única ciudad española que encontramos en el 'top 10' de los Travellers' Choice es Barcelona, y sin desmerecer a otras plazas patrias, lo entendemos perfectamente. Porque Barcelona es diferente, es modernidad y modernismo, es sol y playa, pero también cultura, es color y arte, es más Europa que ninguna, pero con ese toque de tradición que le hace única.
Despertarse cuando la noche aún cubre Camboya merece la pena para descubrir cómo, al amanecer, despierta también la vista impresionante de los templos de Siem Reap. La naturaleza más salvaje y el arte ancestral se dan la mano en un complejo único que te transporta a otro mundo, a un mundo interior desconocido, pero que no se olvida y te marca de por vida.
Praga es una ciudad nacida en otro tiempo, un escenario de cuento de hadas que emerge al anochecer con mil sombras mágicas, pero que durante el día nos descubre alguno de los rincones más pintorescos de la vieja Europa. Sus castillos, sus casas bajas, sus plazas y relojes, sus cafés con estufas, sus puentes y esculturas. Praga merece una escapada, y un millón de fotos.
Y para cerrar la lista, nos vamos de viaje hasta Tailandia para disfrutar de una de sus islas más turísticas, pero no por ello menos apetecibles. El mar y la montaña se abrazan en un espectacular contraste de azul y verde, en una armonía perfecta que seduce al viajero que busca relax, pero también al aventurero.
