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Lo que ayer se vio en la gala semanal de 'Supervivientes 2017' estuvo entre tragedia griega y pantomima, con Alba Carrillo troleando al programa hasta el punto de merendarse casi toda su duración con un dramón absurdo. La rubia exmodelo dio el espectáculo de su vida al marcharse con su madre del directo y anunciar que se iba del programa. Todo era una cuestión de clases: Alba se manifestó unos centímetros por encima de Laura Matamoros, a la que acusó de vender su vida, y esta le contestó un "Tú vendes como follas" que la dejó clavada. El orgullo de Carrillo no lo pudo soportar.
Alba Carrillo es una bomba de relojería, pero su carácter explosivo e inestable le viene de perlas a un programa que cada vez más se nutre del enfrentamiento. Ayer, vimos a Jorge Javier Vázquez arrastrarse lo indecible para lograr su permanencia. "No cometas el error de coger un avión: te vas a arrepentir en cuando lo cojas"; "No huyas. Tu vida está repleta de huidas hacia adelante"; "Si no logro que te quedes me voy jodido, porque he fracasado en mi trabajo"; "Tienes que darle a los demás las oportunidades que pides para ti"; "Ya no me puedo bajar más los pantalones. Los tengo en el tobillo".
Mientras, Alba Carrillo lloraba desconsolada y se mostraba firme: quería irse a casa. Su madre, firmemente anclada a su lado, se negaba a salir del plano para dejar a su hija que viviera su momento de gloria: "Si quieres que salga de imagen que me recorten". Fue ella la que, ante los gritos de Matamoros, miró a su hija y le dijo: "¿Nos vamos? Se acabó el programa. Sinvergüenzas". Alba la secundó encantada: "Supervivientes a la mierda".
"Estoy asqueada, estoy quemada, estoy deprimida, me he cansado. Me voy a mi vida normal, que yo no necesito esta mierda, punto", repetía la ex de Feliciano López y Fonsi Nieto, padre de su único hijo. "Me voy porque me han tocado lo de arriba y lo de abajo", "Estoy cansada de morderme la lengua: no quiero vivir callada" y "Yo no tenía que haber venido aquí, todo esto está pudiendo conmigo psicológicamente" fueron los argumentos de Alba Carrillo, pero se resumían en uno: "No quiero volver a ver a esa gentuza".
De nada sirvió que su prima y su tía trataran de convencerla para que se quedara en la isla. Ambas se emplearon a fondo para lograr que reconsiderara, conscientes de que este mal paso puede terminar con su carrera: si finalmente se vuelve, lo hace convertida en Cruella de Vil. Probablemente la cadena exprimirá su desequilibrio vital hasta donde pueda, pero difícilmente logrará salir del papel de concursante de 'realities' hacia su ansiado rol de presentadora. Al final, Jorge Javier Vázquez no aclaró si Carrillo había consentido en ocupar la casita del zombie junto a Paola Caruso al menos hasta el domingo. La modelo quería volver a España junto a su madre, expulsada de la semana.
Cuando terminó todo el dramón, a eso de las dos de la madrugada, una frase de Jorge Javier Vázquez resumía todo lo visto y lo oído en una noche que parecía sacada de una sátira crítica sobre el funcionamiento de la televisión. En uno de los pasos a publicidad, el micrófono del presentador quedó abierto durante unos segundos. Entonces, los espectadores atentos pudimos escuchar claramente a un Jorge Javier exultante que le decía al control: "Hemos hecho un bloque brutal".