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' Supervivientes', en sus mejores noches, es capaz de lo mejor y de lo peor, como la vida misma. El jueves por la noche se cumplió exactamente así esta máxima de la televisión que imita a la vida. Por un lado, el encuentro entre Juan Miguel y su hija nos devolvió la emoción genuina, desbordante y verdadera de una persona que no ha de inventar un personaje ni de mentalizarse para “trabajar” por aparecer en televisión. La felicidad le salía a chorro vivo por todos los poros a peluquero de Valencia, y supo comunicarla exactamente así al espectador. Merece ganar por estos momentos y por todas las perrerías que el programa le hace por gordo.
En el otro extremo de la balanza del goce televisivo, se encuentra Kiko, el novio de Gloria Camila. Al pobre le crecen los enanos de tanto que el programa le pincha para ver si sale a flote su educación tristemente machista. La noche del jueves, le pusieron un audio en el que Alejandro piropeaba el cuerpo de su novia. Él para zafarse del asunto, argumentó que no le molestaba porque estaba seguro de sí mismo y porque los comentarios eran del tipo que hacen “los amigos gays”. A continuación, se metió aún más en el jardín de los estereotipos con las manidas frases de “tengo un amigo gay que...” o “yo tengo muchos amigos gays”. Como si existiera un manual del gay único al que adscribir comportamientos “poco masculinos” o “sexualmente inofensivos”. Tremendo.
Entre medias, el programa solo pudo reseñar otra de las perrerías de Leticia, absolutamente consciente de la necesidad de convertirse en una pequeña guionista de sí misma para alimentar vídeos y tramas. La cantante de la 'Salchipapa', terminó depositando una “salchicaca” muy cerca de la zona de habitabilidad de los concursantes del infierno. Al descubrirlo estos, hubo gran bronca con Paola, a la acusaban de haber defecado fuera de sitio. Al final se descubrió el pastel, que no pudo salvar a Leticia de la expulsión definitiva. No vivirá la unificación que se produjo anoche con algunas puntos calientes: la nominación de Laura, Kiko y Edmundo; la animadversión cada vez más generalizada contra José Luis, el cocinero pescador; y la conversación pendiente entre Paola y Gloria Camila sobre el hecho de que ambas sean adoptadas. Seguramente la veremos la semana que viene. Está en el guion.
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