Coleccionista de relojes. / d. r.

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Alfredo Paramico y sus 20 millones de euros en relojes

Por el día es un respetable banquero en Milán. Pero cuando abandona su trabajo ‘oficial’, Alfredo Paramico es otra persona muy distinta: un impenitente coleccionista de relojes de lujo cuyas piezas están valoradas en 20 millones de euros

Dicen que el tiempo pasa igual para todo el mundo. Puede que sea verdad. Pero también hay quien disfruta viendo cómo pasan las horas. O, mejor dicho, contemplando cómo se desplazan las manecillas de un reloj. Y Alfredo Paramico es, probablemente, el mejor ejemplo. Su santo grial son los relojes de lujo. Y, de hecho, posee una de las mayores colecciones de todo el mundo.

Cada mañana, este italiano cercano a la cincuentena se viste con elegancia para ir a trabajar en un banco de Milán. Es su día a día, pero no su pasión. Lo que le da color a su vida es la consciencia de que en sus muñecas luce piezas con un valor incalculable y con una indudable capacidad de hipnotizar a los demás.

Comenzó en esta aventura hace más de veinte años. Su interés estaba en los modelos de alta gama y, sobre todo, con un aroma vintage: «Mi objetivo son sobre todo los Patek Philippe y los Rolex, pero estoy enamorado de Longines. Casi nadie sabe que entre 1930 y 1950, la firma produjo algunos de los mejores prototipos cronográficos que la industria relojera suiza ha visto jamás». A eso se dedica Paramico, a examinar los relojes de época que a los mundanos les cuesta reparar.

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