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Puede que haya que reconsiderar el prejuicio sobre los cruceros: la noticia de que la prestigiosa cadena de hoteles Ritz-Carlton fletará en 2019 una pequeña flota de barcos especialmente diseñados para el crucerismo de lujo puede cambiarlo todo. Serán unos "antibuques", más yates que otra cosa, que se fabricarán en el astillero vigués Hijos de J. Barreda a razón de 250 millones de euros por barco. Por fin una alternativa a la masificación, los buffets y las peligrosas barras libres nocturnas. Una que será, con toda seguridad, carísima.
Uno de los responsables de la división de yates de Ritz-Carlton, Douglas Prothero, asegura que este primer buque es un "híbrido" entre yate de 'ultralujo' y crucero, que tendrá unos 190 metros de eslora, capacidad para 240 tripulantes y unos 300 pasajeros, altas prestaciones de confort y ofrecerá toda una "experiencia a medida" para los clientes. Lo que ya hemos visto del diseño original son las suites, mucho más grandes que las de los cruceros convencionales y con un balcón privado.
En total, cada uno de los tres yates que en principio formará la Ritz-Carlton Yatch Collection tendrá 149 suites que podrán acomodar hasta 298 personas. Fredrik Johansson, propietario y director ejecutivo del estudio sueco Tillberg Design que ha diseñado la flota, ha explicado que perseguía "un aspecto que fuera muy esbelto, largo y elegante. Buscábamos el efecto Maserati. Quiero que cuando la gente lo vea, se pregunte cómo será de impresionante el interior".
Los lugares para cenar y beber serán pequeños e íntimos, probablemente para sólo un par de docenas de pasajeros a la vez, y todos estarán abiertos las 24 horas del día, sin los asientos asignados o los horarios de comidas tan comunes en la industria de cruceros. Otros espacios comunes incluirán un club marítimo, con puertas de cristal que se abren a una escalera que conduce a la cubierta de la piscina en la popa del barco. Será un lugar para tomar bebidas y aperitivos o practicar con juguetes acuáticos como kayaks y paddleboards. También habrá un espacioso y amplio ático con techo retráctil y vistas panorámicas del mar de 270 grados.
Hotel Ritz-Carlton. /
Los itinerarios estudiados hasta el momento incluirán el Mediterráneo, el norte de Europa, el Caribe y Latinoamérica, con llegada a puertos muy típicos como Capri, Portofino, Mykonos o St. Barths. Las previsiones de la compañía son llenazo total: aunque aún quedan dos años para que los barcos salgan a la mar, las reservas se abrirán en mayo de 2018. El precio estará acorde con la experiencia de súper lujo que ofrece habitualmente la marca Ritz-Carlton: impagable.
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