Todo, todo, todo ha cambiado desde la irrupción de la red social, al menos en las industrias culturales. Tanto ha mutado y tan rápido el cine, la música y la moda, por nombrar tres sectores, que parece que hace siglos de los tiempos en los que hacía falta enorme talento, muchísima suerte y excelentes contactos para triunfar. Hoy, basta con hacerse con el número suficiente de 'followers' en las redes para lograr un contrato para editar un libro, lanzar un disco o interpretar un papel en una serie. ¿Una prueba? Sophie Turner.
La superestrella de 'Juego de Tronos' no se hizo con el papel de Sansa Stark gracias a sus 'followers', ya que cuando comenzó la serie apenas era una adolescente que empezaba en la interpretación. Tampoco hace ocho años la red mandaba tanto como lo hace hoy en la industria. Sin embargo, ahora sí que pesa la gente que la sigue en sus distintos perfiles: 5.4 millones en Instagram ; 1.35 millones en Twitter ; 2 millones en Facebook . Tanto como para hacerle ganar papeles en principio destinados a actrices de más talento. La misma Sophie Turner lo ha reconocido en una entrevista en el periódico británico 'The Telegraph'.
"Hice una audición para un proyecto bastante importante y quedamos finalistas otra chica y yo", confesó Turner. "Ella es mucho mejor actriz, pero muchísimo mejor, pero yo tengo muchos más seguidores en redes sociales, así que me dieron el papel a mí. No es justo, pero así funciona la industria del cine ahora mismo". ¿A qué película se referirá? ¿Será 'X-Men: Fénix Oscura', en la que interpreta a una joven Jean Grey? Sea como fuere, esta nueva manera de contratar es letal. Se trata de tener un público convencido antes de comercializar los productos, para asegurarse las ventas con antelación. Pero, ¿qué pasa con el talento? Pues que pasa a segundo plano. O a tercero.
20 de enero-18 de febrero
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