Rocío García, pintora. / alexandra seegers

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Cuba: 4 mujeres mujeres para una nueva era

Por las estrechas rendijas del cambio empiezan a abrirse en la isla, se cuelan ellas. Artistas y emprendedoras que, a base de talento y atrevimiento permiten deslumbrar el futuro que podría ser.

Algo está cambiando lentamente en Cuba. El deshielo de las relaciones con EE.UU. y la muerte de Fidel Castro han dirigido la mirada internacional hacia la isla. Con el pragmatismo de Raúl Castro, Cuba ha roto en los últimos años los tabúes anticapitalistas: llegaron los Rolling Stones y Chanel; se dio luz verde al emprendimiento para reactivar la maltrecha economía cubana y aligerar de trabajadores el aparato estatal; y algunas pequeñas empresas han empezado a florecer.

La mujer, luchadora y superviviente, es el puntal de la sociedad cubana.

La Habana tiene ahora un aire más cosmopolita, sus calles se han llenado de turistas norteamericanos. Mientras, en internet proliferan las informaciones del tipo 'Todo lo que hay que saber para hacer negocio en Cuba', al acecho de que por fin se levante el embargo comercial con la isla. Ciudades como Trinidad y Camaguey o zonas de la capital como la Habana Vieja parecen ancladas en el tiempo y recuerdan el esplendor de tiempos pasados.

Porque, aunque casi seis décadas de revolución atraviesan la identidad cubana, aún pervive la nostalgia de aquella Cuba de inicios de siglo XX. Hoy sigue siendo bella, a su manera desgastada. Como si hubiera permanecido entre paréntesis, al margen de todo menos del paso del tiempo. Por la belleza de sus paisajes, por la caótica mezcla de razas, culturas y religiones que fueron llegando e imprimieron su huella en la tierra y en la gente y por el influjo omnipresente de la revolución.

Mientras, la vida sigue para los cubanos. Para ellos, el futuro es pura incertidumbre. 'La lucha' es el modo en que se refieren a ese buscarse la vida que es su existencia. En medio de esta instantánea están las mujeres cubanas, puntal esencial de su entramado social. En las últimas décadas, han sabido hacerse con un papel destacado en la sociedad como en ningún otro país de Latinoamérica. Todas son independientes, cultas, autosuficientes y han alcanzado el éxito en su sector. Cubanas de hoy para un país que se está redefiniendo e inicia una nueva era. Mujeres que nunca han dejado de luchar.

Rocío García: pintora

'Cuestiono el poder a partir de un imaginario erótico'. El refugio de esta artista cubana, está en el barrio de El Vedado. En su casa y en su taller, como en su obra, mandan el color y la luz. Rocío García se formó en la prestigiosa Academia de las Artes San Alejandro de La Habana y después en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo. "Hubo un tiempo en que pensé que quería ser arquitecta o periodista, pero la pintura era algo más íntimo, siempre me dio la sensación de libertad".

"Cuestiono el poder a partir de un imaginario erótico"

Aunque en Cuba, asegura, como en el resto del mundo, ser mujer aún dificulta el éxito: "El mundo sigue siendo machista, pero la mujer cubana nunca fue pasiva, no se rebaja ni se somete al hombre". La cultura y el arte tienen gran peso en Cuba. "Muchísimo. Y siempre lo va a tener. Para mí es lo que salva a un país del aburrimiento". Y en torno al poder gira su obra, definida a través de una iconografía excepcionalmente imaginativa y de una narrativa emparentada con las series y el cómic.

Rocío García, pintora. / alexandra seegers

"En esencia, intento provocar la reflexión sobre problemas del ser humano en un mundo de dualidades y apariencias". Rocío García entiende el arte como instrumento de protesta, de provocación: "Sí, debe tener un poco de todo eso, pero no debe quedarse ahí. Hay que elevarlo a la categoría de espiritualidad y belleza", explica. En sus pinceles encontró la libertad y dice que, a pesar de los problemas del país, nunca experimentó la censura,"porque he logrado tener una iconografía para expresarme con cierta libertad. A partir de un imaginario erótico cuestiono el concepto de poder y planteo otras cuestiones que tienen que ver con la vida social, la política...".

Idania del Río: empresaria

'Queremos definir la imagen de la Cuba actual'. Clandestina, la tienda-estudio que abrió en 2015 en el corazón de la Habana Vieja, se ha convertido en un referente. Por allí han pasado Barack Obama, Tilda Swinton, Segourney Weaver... En marzo de 2016 Idania estuvo entre los emprendedores cubanos que se reunieron con el expresidente norteamericano para defender los beneficios que el fin del embargo podía traer a la economía.

No niega las dificultades extra que supone ser empresaria en este contexto. "Somos conscientes de que Cuba es un lugar muy duro para crecer, para tener cualquier negocio pero entendemos que es lo que hay y lo abrazamos". Una de sus señas de identidad es el lema '99% cubano': todo lo que se vende en Clandestina está diseñado y manufacturado en Cuba. "Se trata de un producto cultural comercializable. No copiamos de marcas famosas, tampoco la llamada "Imagen Cuba" de las tiendas estatales".

Idania del Río, empresaria. / Alexandra seegers

No se aprecia aquí nada de las infinitas copias de la imagen del Che. Clandestina lanza mensajes nuevos: "Los cubanos no tenemos miedo al calentamiento global", "No soy demasiado viejo para amar"... Y, además, recicla. O, como dicen allí, "resuelve". Nada se tira, todo se reutiliza. Siguiendo esta idea, lanzó la colección Vintrashe de objetos y prendas reinventados. "La materia prima la sacamos del mercado local o de amigos que nos regalan cosas. Ropa, libretas de papel, plástico... Todo sirve", reconoce.

Dayme Arocena: cantante de jazz

'Saber que el futuro será positivo nos mantiene en pie'. "Cuba sigue igualita de linda", responde cuando se le pregunta por el devenir de la vida en su país. "Cuba es la isla del tesoro. El futuro siempre será positivo, eso es lo que nos mantiene en pie". Dayme se ha convertido en una de las nuevas referencias del jazz en la isla. "Vengo de una familia de amantes de la música. Así conocí la rumba y la timba de los 90".

Dayme Arocena, cantante de jazz. / alexandra seegers

Realizó estudios de música clásica y se graduó como directora de coros, pero por el camino descubrió el jazz. "Yo ya tenía en el cuerpo el bichito de la música popular. Y ahora hago jazz, pero es mi jazz, el que yo compongo". Esa tarjeta de identidad convenció al productor británico Gilles Peterson. "Es impresionante haber llegado a todo el mundo desde mi islita en el centro del mar". A ella nunca le tentó la posibilidad de establecerse fuera, como han hecho tantos en las últimas décadas.

"Ahora hago jazz, es mí jazz, el que yo compongo"

" La migración es un fenómeno que se basa en el beneplácito personal de cada uno. Por eso no dejo mi tierra, mi instinto siempre me lleva a casa, pues ahí soy feliz". En el futuro quiere crear una fundación para mujeres del jazz. "Mi misión en esta vida es musical. El mensaje es simple: inspirar a otras personas que creen en lo imposible, mujeres sobre todo, que a veces dejamos pasar las mejores oportunidades. A ellas les digo que, así como un hombre no tiene miedo, tampoco lo tengan ellas. Ni al escenario, ni a pasar penas, ni a equivocarse y empezar de nuevo".

Vicky Benito y Sandra de Huelbes: empresarias

'La sociedad impulsa la participación de las mujeres'. Piscolabis es un lugar a medio camino entre la galería de arte, la tienda de diseño y un café inspirador. Es el espacio que concibieron la arquitecta Vicky Benito y la diseñadora Sandra de Huelbes y donde se exponen artesanía, accesorios de moda, regalos... realizados por creadores cubanos. "La idea es que nuestros productos sean exclusivos, que se sienta la mano del creador en cada objeto", explican.

¿Por qué no intentarlo? Se preguntaron por la creación de pequeños negocios privados. "El país ha pasado por diferentes etapas, algunas bien complejas y esto afectó a la vida de la población. Hoy, estamos en un proceso de ligeras transformaciones que incluyen la apertura para el emprendimiento", asegura Vicky Benito. Ellas, sin ser muy conscientes, se han convertido en una punta de lanza. "Tanto en el sector estatal como en el privado, la mujer tiene un alto porcentaje de participación -explica Sandra de Huelbes-. La sociedad impulsa su participación en todos los sectores".

Vicky Benito y Sandra de Huelbes, empresarias. / Alexadra seegers

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