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Saber escoger el tiempo, es ahorrar tiempo

¿Volver a la rutina, pero sin agobios? Es posible. Sincroniza tu agenda para optimizar las 24 horas del día y no necesitarás minutos extra.

Una mujer, tumbada y relajada escuchando música. / gtres

ines alonso

!No me da la vida! ¿Cuántas veces has oído o, peor, has dicho esta frase en los meses previos a las vacaciones? Si la has pronunciado unas cuantas y tu día a día se ha convertido en un bucle que consiste en llegar tarde al trabajo tras haber dejado a toda prisa a los niños en el colegio, salir de la oficina a las tantas, aplazar la sesión de spinning para otro día más relajado, cenar (de nuevo) platos precocinados y meterte en la cama para dormir (mal) seis horas... ahora que vas a volver al trabajo, es el momento de replantearse tu horario. Ya has comprobado de sobra que no llegas a todo, así que si quieres tener tiempo para ti, ver a tus amigos y disfrutar con tu familia, ponle remedio ya. Te damos las claves para sacar el mejor partido a tu tiempo.

Trabajo eficiente = más tiempo libre

Socializar está bien, pero fuera de tu horario laboral. En lugar de tomarte cuatro cafés junto a la máquina, limita tu dosis de cafeína y comenta lo mejor de la jornada a la salida. Para tener momentos (largos) de asueto, no te distraigas y dedícale ocho horas al trabajo, ni una más.

Beneficios:

  • Serás más productivo. De nada sirve estar sentado delante del ordenador hasta las tantas si eso no se traduce en mayor capacidad de trabajo. Según un informe de la OCDE, en España trabajamos una media de 1.691 horas anuales. Sin embargo, por encima de nosotros, en cuanto a productividad, se sitúan otros países que trabajan bastantes menos horas al año, como Alemania (1.371), Dinamarca (1.457) o Francia (1.482). José Luis Casero, presidente de ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, achaca el problema al 'presentismo' derivado de la crisis que no nos ha hecho (precisamente) más productivos: "Aún nos encontramos con empresas en las que está mal visto irse a casa antes que el jefe, cuando no debería ser así. En otros países, alargar la jornada es un indicador de ineficacia".

  • Ganarás en salud. ¿Son las 9 de la noche y todavía no has apagado el ordenador? Echa el cierre si no quieres enfermar. Un estudio publicado en The Lancet ha constatado que el exceso de horas laborales provoca daños sobre las arterias y riesgo cardiovascular.

  • Aumentará tu creatividad. Como dijo Pablo Picasso, cuando te llegue la inspiración, que te pille trabajando... pero no agotado. "Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están descansados y tranquilos, somos más creativos, resolutivos y tomamos decisiones más adecuadas", apunta la psicóloga Elisa Sánchez Lozano.

  • Serás más feliz. Seis de cada 10 trabajadores prefieren un menor salario a cambio de una mayor felicidad y un 84"4% cree que una racionalización de los horarios les haría más felices, según la V Encuesta de la Felicidad en el Trabajo realizada por Adecco. "Si estamos cansados, la tolerancia al estrés disminuye y es más probable que reaccionemos con impulsividad, comunicándonos de forma tajante e incluso agresiva", asegura Sánchez Lozano.

Revisa lo que haces

Organizarte es fácil... si sabes cómo, así que chequea a qué te dedicas durante el día o escribe un diario para intentar mejorar la forma en la que inviertes las horas. Nevena Vujosevic, coach ejecutivo, analiza una jornada tipo de tres profesionales con problemas extrapolables a muchas otras mujeres, para que aprendamos a hacerlo.

Experiencias personales:

  • María Robledo: 46 años (ejecutiva). Obsesionada con aprovechar al máximo el tiempo, es milimétrica y perfeccionista. Antes de levantar a sus hijos de la cama, planifica reuniones de trabajo; mientras les pone el desayuno, revisa un informe y en los semáforos coge el móvil para contestar mails e ir adelantando antes de llegar a la oficina. ¿Cómo puede mejorar? La cuestión principal es qué intensidad le exige este comportamiento para sacar la máxima ventaja de cada instante. Sabemos que las actividades realizadas con una concentración más profunda son más eficaces que la multitarea, pero un cierto grado de esta última puede funcionar si no es obsesiva o conduce a la distracción. María debería encontrar mejores maneras de priorizar y focalizar sus actividades.

  • Lucía Padro: 35 años (consultora). Se pone el despertador a las 6:30 h, pero no se levanta hasta las 7. Luego, a toda prisa se prepara y a las 8:30, está ya en el trabajo, antes de que llegue el jefe. Trata de marcharse a las 19:00 h todos los días. Cuando vuelve a casa, prepara la cena, está un rato con su chico y sale a correr o se distrae viendo una película hasta medianoche. ¿Cómo puede mejorar? En una primera impresión, no parece haber ningún problema. Pero me gustaría preguntarle cómo se siente con este horario: ¿hay cosas para las que desearía poder encontrar tiempo? Si dice que sí, entonces, centraríamos su agenda en las prioridades básicas, que son aquellas que realmente añaden significado a su vida, frente a lo que está realizando innecesariamente.

  • Ángela García: 32 años (profesora particular). Trabaja haciendo sustituciones como profesora, escribe un blog, da clases particulares... y se apunta a un bombardeo: lo mismo da que sea un viaje improvisado que una noche de fiesta un lunes. Cada día es diferente y para Ángela carece de planificación. ¿Cómo puede mejorar? La diversidad y la espontaneidad no significan automáticamente una falta de responsabilidad o de efectividad. Del mismo modo que tener unos horarios rígidos no significa necesariamente que tengamos el control sobre nuestras vidas. Si Ángela desea cambiar sus hábitos, deberíamos examinar dónde le están haciendo daño la falta de planificación, anticipación y organización, y proponer algunas fórmulas a medida para aportar la suficiente estructura para que ella se sienta más eficaz y logre sus objetivos.

Exprimiendo minutos

Noelia Bermúdez, coach ejecutivo y presidenta de la Asociación Española de Coaching Ejecutivo y Organizativo (AECOP) en Aragón, nos da las pautas para maximizar las horas del día.

Pautas para aprovechar más el día:

  • Reflexiona. Puedes hacerlo durante los trayectos en el autobús o en el coche de camino al trabajo, al levantarte, mientras te das una ducha o, incluso, antes de acostarte. No te dejes llevar por la rutina o por lo que los demás esperan de ti.

  • Define tus prioridades. No te dejes en el tintero cosas que sean muy importantes para ti o emplaces al último lugar aquellas tareas que te resultan difíciles, porque te arriesgas a no encontrar tiempo para hacerlas.

  • Sé realista. No consiste en llenar tu lista de infinitas cosas para hacer, sabiendo que no te va a resultar factible llevarla a cabo. Eso solo te causará ansiedad o frustración. Es mejor definir cuáles de esas tareas son más importantes y elegir las que puedas gestionar a lo largo del día.

  • Haz una lista que te resulte motivadora, que las actividades te supongan un aliciente. Y prémiate por lo que vas obteniendo: date una recompensa cuando consigas acometer las tareas más complejas, reconoce tus logros como lo harías con tu mejor amiga.

  • Usa la tecnología a tu favor. Móviles, tabletas, ordenadores... nos ayuda a ser más eficientes en la gestión del tiempo, pero a veces se convierten en nuestros enemigos y nos roban el tiempo. Esa diferencia la establecemos nosotras. En los momentos en los que necesites estar concentrada y enfocarte al 100% en la tarea que estés realizando, es preferible que no tengas distracciones: apaga las notificaciones, las alertas de mensajes o correos electrónicos o desconecta el teléfono. Notarás la diferencia que supone estar totalmente presente, estar pendiente solo de una actividad en este momento preciso, experimentarás lo que es estar aquí y ahora.

Cambia tu rutina

Dicen que se necesitan 21 días para cambiar de hábitos, así que no tengas prisa. Como aconseja Noelia Bermúdez, conviene modificar la conducta de manera progresiva: "Es preferible que integremos poco a poco el nuevo hábito. Antes que exigirte un cambio radical, sé amable contigo misma y convéncete de tu motivación para realizar ese cambio. A partir de esa toma de conciencia, plantéate qué pequeños pasos puedes ir dando cada día que te acerquen a tu objetivo final. Ve llevando a cabo esos planes poco a poco, con pequeñas acciones que no te supongan mucho esfuerzo. Comparte tus planes con una persona de tu confianza y realiza un seguimiento de lo que vas consiguiendo y felicítate por tus avances. Así conseguirás que el cambio sea sólido".

Disfruta de tus hobbies y del tumbing

El ocio es importante y hay que tomárselo muy en serio, como recuerda Elisa Sánchez Lozano, psicóloga experta en salud laboral: "Es necesario tener tiempo de descanso, tanto físico como mental, dormir lo necesario y dedicar unas horas del fin de semana o días libres al ocio pasivo". Es decir, a no hacer nada. Además, recalca la experta, es importante reservar tiempo al ocio activo que, a su juicio, debería incluir:

Ocio individual: actividades que realizamos en solitario, como deportes, pasear o entretenimientos de tipo cultural, como lectura, cine, exposiciones, etc.

Ocio familiar: dedicar tiempo a nuestra pareja e hijos, que puede ser en forma de actividades deportivas, gastronómicas o culturales conjuntas.

Ocio social: planes con amigos, que nos aportarán el apoyo social que es necesario para amortiguar el impacto del estrés laboral y familiar.

Además:

  • Sácale mejor rendimiento a tu tiempo

  • ¿En qué cosas debo dejar de perder el tiempo?

20 de enero-18 de febrero

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