Una chica leyendo en un avión. / adobe stock

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Los cinco lugares más sucios del avión

Los baños, los cinturones, los asientos del pasillo... Existen ciertos sitios donde se almacenan una gran cantidad de gérmenes.

Hay malas experiencias en un viaje de avión que no se pueden evitar, como la cercanía a ciertos vecinos indeseables, el estado del baño o las larguísimas horas en un asiento con un espacio mínimo. Sin embargo sí puedes cambiar tu contacto con las zonas más sucias de la nave y tener, al menos, una experiencia mas higiénica.

Consejos:

  • La mesita plegable. Un estudio de 2015 de TravelMath tomó ejemplo sobre varias superficies del avión y se encontró que en esas mesillas había más de ocho veces más bacterias por metro cuadrado que en los botones flush de los baños. En las mesitas se encontró el virus de la influenza, el norovirus y otros virus que causan infecciones en la piel. Según el diario Wall Street Journal, el problema es que no hay tiempo para hacer limpiezas de esas mesas entre los vuelos, y cuando se hacen se emplean limpiadores genéricos y no desinfectantes.

  • Las salidas personales de aire y las hebillas de los cinturones de seguridad. Ninguna se limpia regularmente y muchas manos pasan por ellas. En ambas se hallaron más bacterias que en los servicios del avión. Las hebillas del cinturón son tocadas por los pasajeros al menos dos veces a lo largo del vuelo. La recomendación es llevar un sanitizer (desinfectante de las manos) y usarlo frecuentemente.

  • Los baños. Los baños del avión se limpian regularmente, y algunas aerolíneas aseguran que los desinfectan entre vuelo y vuelo. Pero como promedio los usan 50 personas por cada vuelo, lo que lo convierte en un sitio fácil para contraer todo tipo de infecciones. Los expertos han encontrado bacterias que suelen encontrarse en la materia fecal como la E. Coli en los grifos y en el botón de descargar los servicios. Además señalan que la escasez de flujo de agua no permite que los pasajeros puedan lavarse bien las manos después de usar el baño.

  • El bolsillo del asiento. Se sabe que esos bolsillos se convierten en un depósito de basura en cada vuelo, y así les va. Los gérmenes suelen sobrevivir hasta siete días en esos bolsillos ideados para guardar las revistas y la información de seguridad del avión. La recomendación de los expertos es tácita: No tocarlos.

  • Los asientos de pasillo. Son los preferidos de muchos pasajeros porque son un poco más espaciosos y dejan más libertad de movimiento. Sin embargo, la parte superior donde todo el mundo toca cuando va caminando por el pasillo de vuelta del baño es un cultivo importante de gérmenes y microbios. Es mejor que no pongas tu cara directamente en el asiento cuando e dispongas a dormir.