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Mañana comienzan a despejarse todas las incógnitas que, sabiamente, Telecinco ha creado alrededor de 'Gran Hermano Revolution', la decimoctava edición de la madre de todos los 'realities', que en la pasada edición dio alguna que otra muestra de agotamiento y terminó con enormes críticas para su debutante presentador, Jorge Javier Vázquez.
Este año, las argucias de la dirección para mantenernos interesados en su formato estrella prometen ir más allá de los ya conocidos giros de guión que las relaciones previas entre concursantes o sus conexiones con personas de fuera han producido en el 'show'. Veamos lo que ha ido avanzando la rumorología y el primer avance de ayer noche en Telecinco:
La casa ha renovado su decoración y, en palabras de Jorge Javier Vázquez, previsible presentador del concurso, "es la más bonita de todas las ediciones". "Es una casa inmensa, es la más grande de todas las ediciones, tiene un estilo parisino con unos ventanales preciosos que dan a un jardín alucinante". Además, la cocina está esta vez separada del salón y el lavadero tiene un aire norteamericano y una zona para sentarse y 'pegar la hebra.
Ya hay 100 personas viviendo en la casa de Guadalix. ¿Qué hace ahí tanta gente? No lo sabemos. Pero si el número de concursantes ha de bajar hasta ser manejable por la audiencia, el proceso de selección (a golpe de llamada de teléfono a un nada módico precio) se anuncia salvaje.
Los tuiteros se ha quejado amargamente no solo de tener que verse 100 vídeos de presentación para poder decidir a quién apoyan y a quién votan para salir, sino de que se les haya escamoteado los primeros momentos de la casa, decisivos a la hora de crear alianzas, grupitos, parejas....
Otra crítica: los seguidores fieles de 'Gran Hermano' detestan las historias precocinadas fuera de la pantalla, y en estos primeros instantes del 'reality show' se han detectado muchas. Hasta, quizá, periodistas infiltradas.
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