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Era el único país del mundo que prohibía conducir a las mujeres, pero por fin las restricciones del rey Salman han cedido a las presiones de las organizaciones internacionales de derechos humanos y de las mismas activistas saudíes, algunas de las cuales han terminado en la cárcel simplemente por sentarse ante un volante para expresar su protesta por no poder moverse en coche.
El Rey emitió ayer un decreto real por el cual autoriza la emisión de permisos de conducir para las mujeres, una medida que entrará en vigor el próximo junio. El decreto establece que podrán expedirse "permisos de conducir a mujeres y a hombres por igual”. Aunque aún no se sabe cómo se va a compatibilizar el respeto a la 'sharia' (la ley islámica, muy restrictiva para las mujeres) con la conducción, lo cierto es que esta medida aliviará a mujeres que a duras penas pueden pagar los 500 euros mensuales que cuesta un chófer privado.
Igualdad, una cuestión de cifras
Ser o no ser feminista... esa es la cuestión