vivir
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Cuando John Fitzgerald Kennedy fue asesinado, en 1963, su viuda declaró a la revista 'Life', citando un popular musical de Broadway: "No dejéis que se olvide que, durante un momento breve y brillante, existió Camelot".
Las palabras de Jackie Kennedy fueron más certeras tal vez de lo que ella misma creía: la presidencia de su marido había sido la más estética del siglo, pero, a imagen y semejanza de la corte del mito artúrico, la leyenda amplificaba (y ocultaba) una no tan idílica realidad.
El fotógrafo Jacques Lowe fue una parte importante de la creación de esa imagen idealizada, aspiración de todos los americanos de bien. Fotógrado oficial de la familia durante el periodo electoral, supo retratar a los ya atractivos Kennedy como personajes amables, bien vestidos, llenos de amor familiar y con el toque justo de espontaneidad para despertar el cariño del público además de su admiración.
Curiosamente, la mayor parte de los negativos de Lowe se perdieron en los atentados contras las Torres Gemelas y tuvieron que recuperarse a partir de fotos impresas para ilustrar un documental, 'Creating Camelot' (2003) y una exposición homónima en el Newseum de Washington D.C. (2009). Ahora, con motivo del centenario del nacimiento del presidente Kennedy, el Newseum "repone" la muestra, que podremos disfrutar hasta el 7 de enero de 2018.