vivir
vivir
Lo llamaban ' el Balenciaga americano, porque llevó a EE.UU. el glamour que en la primera mitad del siglo XX se asociaba a las grandes firmas parisinas. El diseñador Norman Norell empezó creando el vestuario de estrellas del cine mudo, como Gloria Swanson o Rodolfo Valentino, y se convirtió en un must de la alfombra roja durante la edad de oro de Hollywood. Marilyn Monroe recogió su Globo de Oro vestida con uno de sus deseados vestidos-sirena, cuajado de lentejuelas. Lauren Bacall, Jackie Kennedy y Doris Day le adoraban, tanto por sus creaciones elegantes como por su carácter amable. En 1972, el Met de Nueva York le dedicó una retrospectiva y hasta Michelle Obamalució orgullosa, en una ocasión, un vestido suyo comprado en una tienda vintage.
A pesar de todo, el nombre de Norman Norell ha caído en un olvido que ahora quieren remediar, al unísono, el Museum at FIT de Nueva York y la editorial Rizzoli/Electa. Norell: dean of american fashion (así se llama la exposición recién inaugurada) y Norell: master of american fashion (el libro que se acaba de publicar) recuperan para el gran público la figura de este diseñador y analizan su estilo, clásico y vanguardista a la vez. En las bambalinas de ambas iniciativas se encuentran dos fans irredentos de la obra de Norell: el diseñador Jeffrey Banks y la escritora especialista en moda Doria de la Chapelle.