Me suelen invitar con frecuencia a reunirme con lectores en algún club de lectura, afortunadamente hay muchos a lo largo y ancho de España. Me gusta asistir a estos encuentros con lectores porque siempre aprendo algo de mis propios libros. La mirada de cada lector es diferente. Suelen ser encuentros amables, donde se termina hablando un poco de todo. Y una de las preguntas recurrentes es cuáles son mis lecturas y autores preferidos.

Estaba pensando en esto mientras compraba unos cuantos libros para afrontar el verano y he decidido compartir con ustedes los títulos que meteré en la maleta. Empezaré por algunos de los que he leído desde el Día del libro. He disfrutado mucho con el último de Carmen Riera, 'Vengaré tú muerte', una novela de intriga escrita de manera magistral donde nada es lo que parece. Siempre aprendo leyendo a Riera por su manejo del lenguaje, la precisión de cada palabra y la elegancia de su prosa. No hace falta que añada que es una de mis autoras preferidas. Apenas llegó a las librerías, leí 'La llamada de la tribu', de Mario Vargas Llosa; nunca me resisto ante un libro suyo. Otra novela que me ha interesado especialmente es 'Que nadie duerma', de Juan José Millas. Si buscan realismo mágico, lean a Millas, nunca decepciona. Y como quienes me conocen saben de mi defensa de los animales y de mi pasión por los perros, comprenderán que no podía dejar de leer el último de Arturo Pérez-Reverte, 'Los perros duros no bailan'.

Por Juan Urbano, el personaje de Benjamín Prado siento debilidad. Urbano tiene mucho de Benjamín, así que será por eso. De manera que les recomiendo su última novela, ' Los treinta apellidos', un retrato de cómo se las gastan algunos miembros de esas familias que vienen mandando en nuestro país. Me ha entusiasmado el ensayo ' Gran Hotel Abismo', de Stuart Jeffries, una 'biografía' de la Escuela de Frankfurt, los filósofos y pensadores que han marcado el pensamiento europeo en las últimas décadas, de Jürgen Habermas a Theodor Adorno.

En cuanto a los libros que me van a acompañar durante el verano, ahora tengo entre manos 'Siete cartas morales', de Coetze, y en cuanto lo acabe comenzaré 'La edad de la penumbra', de Catherine Nixey, un ensayo crítico de la historia del cristianismo. También he metido en la maleta 'El laberinto junto al mar', de Zbigniew Herbert, que se podría leer a modo de libro de viaje por Grecia. Junto a él he colocado 'Peregrinos de la belleza', de María Belmonte, que tiene el aroma de libro de viajes, en este caso por Italia y Grecia. Por supuesto, no podían faltar 'Confines', de Javier Reverte, que nos lleva por aguas árticas y antárticas; y 'La canción del bisonte', de mi amigo Antonio Pérez Henares. ¡Ah!, y que no se me olvide: también he metido en la maleta 'Lejos del corazón', de Lorenzo Silva.

Alguno de ustedes se preguntará si me va a dar tiempo a leer tantos libros y la respuesta es sí. Para mí, el descanso estival consiste en sumergirme en la lectura, en no tener otra actividad que leer y pasear. No sé si me conocerán mejor a través de los libros que elijo. Ustedes dirán.

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