Tres documentales sobre el poder que no te puedes perder

Para poder ser como una mosca en la pared, hace falta libre acceso. Ese es el salvoconducto que hace extraordinarios estos tres documentales. Aquí no hay idealización ni propaganda. Entramos en la cocina electoral y en la trastienda del poder, donde se trafica con información y queda claro que el emperador está desnudo, pero también los medios de comunicación y la propia democracia.

Los fanáticos de la política y el periodismo van a disfrutar como niños con esta docuserie que sigue a un grupo de redactores de The New York Times durante el primer año de presidencia de Donald Trump. Un día a día volátil e imprevisible, donde los tweets del presidente, la trama rusa y el constante desafío de las fake news afectan a la vida profesional y personal de unos periodistas que luchan para que sus historias puedan seguir siendo una tabla de salvación y un arma arrojadiza contra los abusos.

Con la urgencia de lo que está sucediendo y una tensión irrespirable, asistimos a los encuentros en un hotel de Hong Kong, y más tarde en Moscú, entre la directora del documental Laura Poitras, dos periodistas de The Independent y un informante anónimo que resulta ser Edward Snowden. Una pieza maestra del periodismo filmado, con la fortaleza narrativa de un thriller, que fue premiado con el Oscar al Mejor Documental.

Premiado en Sundance, la película de Kriegman y Steinberg explora el ascenso y la caída del congresista Anthony Weiner, que renunció a su escaño en 2011 debido a un caso de sexting. Dos años después se presenta a la alcaldía de Nueva York, con el apoyo de su esposa Huma Abedin –mano derecha de Hillary Clinton–, en una campaña quijotesca que le augura un regreso triunfal, pero acaba en una catástrofe personal y política tan triste como ridícula. Un retrato psicológico implacable con el hombre, pero también con el circo mediático que lo crucifica.

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