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Los millenials, por algo son nativos digitales, son los primeros y casi los únicos en poner a Facebook en su sitio. Los más jóvenes son ya los más reacios a dar información on line, al menos los datos personales, porque las fotos y los selfies parece que no les preocupan tanto.
El dato es que en Estados Unidos tras el escándalo de Cambridge Analytica dos de cada tres usuarios de Facebook de entre 8 y 49 años ha cambiado sus ajustes de privacidad. Y todo eso ha pasado en un año.
No puede decirse lo mismo de los mayores. Solo el 33% de los usuarios mayores de 65 años ha cambiado la privacidad de su cuenta.
El estudio publicado por el Pew Research Center asegura que cada vez son más los usuarios que dicen adiós a la app de Facebook en el teléfono, lo cual equivale a dejar de entrar a la página con mucha frecuencia. El 44% de los jóvenes de entre 18 y 29 años la han borrado definitivamente. Facebook ya no les interesa. Este fenómeno lleva sucediendo algunos años, concretamente desde que los adolescentes descubrieron que Facebook era ese lugar donde estaba todo el mundo, incluidos sus padres.
Redes sociales: el gran mercado de las emociones
Al parecer los adolescentes,incluso los que son muy dados a publicar su ubicación son más conscientes de que en Internet hay que dosificar la información que se cuenta, y prefieren mentir o tener perfiles falsos en Facebook. A la hora de contar o de compartir lo que más les importa se reservan para hacerlo en redes sociales con publicaciones efímeras.
Facebook es bueno para la memoria... o no
Pero, incluso los que siguen publicando en las grandes redes sociales como Instagram y la propia Facebook tienen sus ajustes de privacidad lo suficientemente cerrados para que nadie pueda usar su información. Si creía que sus hijos no tenían nada que enseñarle, es hora de que vaya cambiando de idea.