vivir
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París, años 60: la juventud se viste con flores y minifaldas, adopta a Françoise Hardy como diosa indiscutible y cuestiona todo, desde el sistema político hasta el matrimonio. Y en el corazón de tanto revuelo, alguien ve el mundo cambiar desde detras de una cámara.
Se trata, por supuesto, de Jean-Marie Périer: fotógrafo de cabecera de la revista Salut les copains (Hola, amigos), retratista de ojo infalible ("Mick Jagger tenía una belleza casi monstruosa, de increíble modernidad", decía) y mejor amigo de los VIP de la época, desde Sylvie Vartan hasta Johnny Hallyday, a los que incluso acompañó en su luna de miel.
La exposición Souvenirs d'Avenir [Regalos del futuro], que puede verse hasta el 3 de marzo en La Grand Arche de París, reúne más de 300 fotografías de Périer (un centenar de ellas, inéditas). Y pone en diálogo las imágenes de su era dorada, los 60, con las que tomó en su madurez, cuando volvió a la fotografía en los 90 y cambió a las celebrities por personajes del mundo de la moda. Ambas facetas constituyen una retrospectiva antológica que quiere ser un homenaje tanto al artista como al hombre, personaje y testigo a la vez de una década transformadora.
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