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Siendo de este mundo, resulta imposible pensar que alguien no conozca 'Alien', uno de los clásicos de Hollywood protagonizado por una mujer. Pero por si a alguien se le ha olvidado el argumento, resumimos en pocas palabras: el remolcador espacial Nostromo atiende una señal de auxilio y, con las mismas, sube a bordo una criatura extraterrestre que va aniquilando uno a uno a todos sus tripulantes, quedando como única superviviente el rol interpretado por Sigourney Weaver. Toma spoiler.
'Alien: el octavo pasajero', se estrenó por primera vez el 25 de mayo de 1979, y pronto se convirtió en una de las películas más emblemáticas del cine de ciencia ficción al punto de generar tres secuelas, dos precuelas y numerosos spin-offs. Su director, Ridley Scott decidió dar protagonismo a una mujer, Weaver, dándole a ésta el papel principal como Ellen Ripley, suboficial y piloto, y romper de esta manera con la tradición de un género en el que dominaban los personajes masculinos. La actriz, cuya experiencia en el cine era relativamente desconocida hasta el momento, pues provenía del mundo de Broadway, ganó con este papel varias nominaciones entre las cuales se cuentan el BAFTA como la «Principiante más prometedora en un rol protagonista en el cine”.
40 años más tarde, en el instituto de secundaria North Bergen, en Nueva Jersey, unos estudiantes realizan una adaptación teatral de la misma. 'Alien: The Play' fue creada con la imaginación que sólo el bajo presupuesto es capaz de concebir, con disfraces hechos a partir de materiales reciclables y prendas de segunda mano.
En palabras de Ridley Scott a colación de la opereta de los chicos “Las limitaciones a menudo producen los mejores resultados porque la imaginación y la determinación pueden superar cualquier déficit y determinar el camino a seguir, siempre”. Y es que el mismísimo Scott usó en su día huevos de gallina para recrear los huevos de Alien en el primer póster de la película pues por lo visto en aquel momento los cuartos no daban para más.
Sigourney Weaver, en una visita sorpresa al centro, se acercó al elenco de jóvenes artistas para felicitarlos tras la obra. Lógicamente a los alumnos casi les da un síncope, está claro que la realidad siempre supera a la ficción.
Aunque muchos consideren a Sigourney Weaver como una de esas actrices segundonas del universo Hollywood, en realidad la interprete es una gran profesional curtida no sólo en el cine, sino también las tablas, el destino en el que a priori había decidido enfocarse profesionalmente, y donde en realidad se demuestra el verdadero talento de un actor.
En nuestro país Sigourney goza de reconocimiento, y prueba de ello es haber recibido el premio Donostia en San Sebastián en 2016 a toda su trayectoria. Ese mismo año, estrena junto al cineasta español Juan Antonio Bayona el drama fantástico “Un monstruo viene a verme”.
Erróneamente encasillada por algunos en el universo de las producciones Sci-Fi, entre algunas de sus mejores películas se encuentran 'Gorilas en la niebla', -su ternura con estos primates nos hace llorar-, 'Armas de mujer', -con ella nos reímos en su rol estereotipado de mala mujer-, 'Avatar' con Sigourney dibujito, épica y fantástica, 'Cazafantasmas' -Weaver siendo poseída y objeto de deseo aunque ambas facetas no estén relacionadas-, o 'El año que vivimos peligrosamente', donde aunque el que nos enamora es Mel Gibson en su papel de aguerrido periodista en zona de guerra, ella defiende muy dignamente el papel de novia del héroe pese a no responder a ese perfil en absoluto.
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