#Mujerhoyencasa recomienda: Venecia con el comisario Brunetti

El equipo de Mujerhoy sigue trabajando desde casa. Cada uno con nuestras circunstancias, viviendo, como todos vosotros, una situación excepcional que nos ha llevado a ingeniárnoslas para que esta cuarentena se haga lo más llevadera posible. Así las cosas, queremos acercarnos mucho más a todos vosotros, y compartir, cada día, las recomendaciones de la redacción de Mujerhoy. Ese libro qué estamos devorando, esa canción que nos hace brincar en el salón, esa receta que hemos aprendido, esa rutina de ejercicios que nos mantiene activos y todo aquello que pensamos puede ayudarnos a hacer que este tiempo merezca la pena. #mujerhoyencasa va a acompañarte estos días como siempre lo ha hecho, pero con más fuerza que nunca. Estamos con vosotros.

Mi recomendación. La escritora norteamericana Donna Leon lleva casi 30 años y exactamente 29 libros deleitándonos con las investigaciones policiales de Guido Brunnetti, un comisario que conoce Venecia, su ciudad natal, como la palma de la mano y que nos enseña la cara más oculta de esa ciudad cuyos habitantes también lleva semanas confinados. Leon nos enseña la Venecia que viven los venecianos, la del 'aqua alta' y los palacios decadentes amenazados por las humedades, la que intenta mantenerse a salvo de la masificación turística. Un rostro en el que no faltan los crímenes, las venganzas, los ajustes de cuentas... pero tampoco los delitos ecológicos, las mafias de la inmigración ilegal o la corrupción política.

¿De qué va? En su primer volumen, 'Muerte en La Fenice' (1992), un famoso director de orquesta muere envenenado durante la representación de 'La Traviata' en el famoso teatro veneciano. Desde entonces, Donna León no ha dejado de desgranar crímenes que nos enseñan la parte más negra del alma humana. En el último, 'Con el agua al cuello' (publicado en marzo por Seix Barral, como toda la colección) su objetivo es descubrir si un accidente de tráfico puede ocultar, en realidad, el asesinato de un trabajador de la empresa privada que se encarga de vigilar la calidad del agua en Venecia (sí, la misma que desde hace un par de semanas está más clara que nunca) y que podría estar ocultando vertidos contaminantes. Y entre medias, muertos anónimos que aparecen en vertederos de basura o en los mismos canales de la ciudad, nobles implicados en asuntos turbios, el oscuro mercado negro de libros antiguos, las amenazas de la 'ecomafia', el tráfico ilegal de menores para la adopción...

¿Por qué me gusta? Por la humanidad de Brunetti, un heróe tranquilo que compagina sus oscuras investigaciones con una ordenada vida familiar: está casado con Paola, profesora de Literatura Inglesa y única hija del conde Farlier, y tiene dos hijos, Raffi y Chiara. Porque es un investigador al que le gusta la literatura y que recurre a los clásicos para dar luz a sus pesquisas. Y por que, a pesar de estar muy cerca del lado oscuro, Brunetti sabe disfrutar de la vida y de los pequeños placeres: desde tomar un 'ramezzino' (un sándwich) con un Spritz en un tranquilo café, hasta disfrutar de una magnífica comida cocinada por Paola. Y Donna Leon nos relata el menú completo: ensalada de pulpo; 'ruote' con berenjenas y ricotta; carpaccio de remolacha, rúcula y parmesano; 'risotto di zucca', 'calamaretti con piselli', manzanas asadas con crema, tarta de ricotta y limón... Y para acabar, un expreso y un vasito de grappa en la terraza de su ático, viendo a lo lejos el 'campanile' de San Marcos. Para los que quieran saber más de la faceta gastronómica del protagonista de las novelas, la escritora publicó 'El sabor de Venecia. A la mesa con Brunetti' (Seix Barral, 2011), con recetas de Roberta Pianaro.

Para lectores curiosos. Donna Leon nació en New Jersey y descubrió Italia en sus viajes de juventud y trabajando como guía turística en Roma. Fue profesora en la Universidad de Maryland, vivió durante unos años en Londres y reside en Venecia desde 1981. Pero, a pesar del éxito de sus obras, traducidas a 23 idiomas, allí sigue siendo una auténtica desconocida. ¿La razón? Sus novelas no están traducidas al italiano por su expreso deseo. Es la única manera, dice, de continuar siendo una veneciana más.