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Después de Lo que el viento se llevó le toca a Tolkien: El señor de los anillos es machista y racista

¿Son todos nuestros clásicos discriminatorios? Después de que HBO Max retire Lo que el viento se llevó por su contenido racista, la polémica llega a la obra de J.R.R. Tolkien: El señor de los anillos, dicen, es machista, racista y especista.

Éowyn (Miranda Otto), Galadriel (Cate Blanchett) y Arwen (Liv Tyler), las tres damas de Tolkien en El señor de los anillos. Pincha en la galería para descubrir los mejores looks de Cate Blanchett/d.r.

Éowyn (Miranda Otto), Galadriel (Cate Blanchett) y Arwen (Liv Tyler), las tres damas de Tolkien en El señor de los anillos. Pincha en la galería para descubrir los mejores looks de Cate Blanchett / d.r.

Rosa Gil
Rosa Gil

En El señor de los anillos, las mujeres solo aparecen para ser salvadas o proporcionar al héroe el arma y la confianza que necesita para ganar. Todos los personajes son de piel clara, algo innecesario en un universo fantástico donde te puedes inventar lo que quieras, y hay un claro ranking de razas (arriba del todo, los elfos; abajo, los orcos). ¿Es, entonces, una historia racista, machista y especista? La trilogía literaria de J.R.R. Tolkien, adaptada al cine por Peter Jackson con los rostros de Viggo Mortensen (Aragorn), Cate Blanchett (Galadriel), Elijah Wood (Frodo), Ian McKellen (Gandalf) y Liv Tyler (Arwen) está en la picota por su falta de diversidad.

Todo empezó cuando María Antonia A. De La Torre, periodista colombiana, publicó un tuit en el que denunciaba el sexismo de las películas basadas en la obra de Tolkien. El tuit se hizo viral y pronto las redes sociales le echaban en cara a El señor de los anillos que todos sus personajes principales sean masculinos, y que los pocos femeninos que tiene ( Galadriel y Arwen) ejercen los roles de mujer sabia o consorte. La única excepción es el personaje de Éowyn, una dama guerrera inspirada en las shieldwomen vikingas, que en los libros, sin embargo, acaba abrazando la feminidad clásica, abandonando la espada por la curación y casándose con el senescal Faramir.

Evangeline Lily, elfa silvana en El hobbit / d.r.

Algo de razón tiene: en las películas, de hecho, se aumentó el protagonismo de estos tres personajes en un intento por 'equilibrar' la balanza de géneros. En las películas inspiradas en otra obra de Tolkien, El hobbit, se creó un personaje femenino -una elfa interpretada por Evangeline Lily - porque la obra original no tenía ni una sola mujer relevante.

También le critican a Tolkien que no haya ni un afroamericano en la saga (el autor, al fin y al cabo, nació en Sudáfrica) y que a cada raza o nación se le atribuyan unos rasgos determinados. En El señor de los anillos, el mal procede del este y del sur, mientras que el oeste y el norte representan la virtud y la lucha contra el mal, algo que seguramente tiene que ver con el hecho de que Tolkien combatiera (con gran trauma personal) en la I Guerra Mundial.

Arwen, elfa florero en El señor de los anillos / d.r.

En defensa de Tolkien, diremos que El señor de los anillos fue escrita a mediados del siglo XX, por un profesor de filología de Oxford que se inspiraba en las gestas épicas nórdicas, que no destacaban precisamente por su atención a la diversidad. Y que, cuando la editorial Rütten & Loening se planteó publicar El hobbit en la Alemania nazi y le preguntó a Tolkien si era ario, él le contestó así. “No soy de ascendencia aria: eso significa indo-iraní; y, por lo que yo sé, ninguno de mis antepasados habló hindustani, persa, cíngaro ni ningún dialecto emparentado con estos. Pero si debo entender que lo que ustedes quieren saber es si soy de origen judío, sólo puedo responder que desgraciadamente no parece que tenga antepasados de ese pueblo tan lleno de talento”.