Hace apenas una semana que Curon llegó a Netflix España y ya se ha situado entre las más vistas de la plataforma. No nos extraña: esta serie italiana (basada, ojo al dato, en hechos reales) resulta aterradora y fascinante por igual. Con solo siete episodios de 45 minutos, sigue la estela de otro gran éxito del folk horror, la alemana Dark: entorno rural, maldiciones ancestrales, pueblerinos con secretos... Pero también es fácil ver en ella influencias de la francesa Marianne (la mezcla de secretos familiares con maldiciones milenarias), de la estadounidense La maldición de Hill House, sobre la el poder oscuro de los lugares encantados, e incluso de las españolas El guardián invisible o Malasaña 32, que mezclan hábilmente la universalidad del terror con las particularidades locales.
Arranca cuando Anna vuelve con sus hijos, Mauro y Daria, a Curon, su pueblo natal en el Tirol italiano, que abandonó 17 años atrás por culpa de ciertos sucesos trágicos. Curon es un pueblo reconstruido, tras sumergir el pueblo original para construir un embalse donde aún puede verse el campanario de la antigua iglesia.
Pronto, Anna empieza a recordar cosas imposibles, todo parece indicar que el pueblo está bajo un influjo sobrenatural, y para acabar de sembrar el pánico, cuando se oyen las campanas de la iglesia semisubmarina, cualquier cosa puede suceder: visiones, apariciones, muertes misteriosas... Tras la desaparición de Anna, sus hijos deciden investigar. Pero el abuelo, que nunca ha dejado el pueblo, insiste en que deben marcharse cuanto antes, y los vecinos también se oponen a que la verdad salga a la luz...
Los creadores de la serie -Ezio Abbate, Ivano Fachin, Giovanni Galassi y Tommaso Matano- se inspiraron en la localización real de la serie, Curon, y en el símbolo ominoso que preside la serie, el campanario que emerge del agua del embalse. Las leyendas que surgieron en torno al pueblo fantasma submarino (el hotel maldito, los lobos que habitan en el interior de los mellizos, los demonios que hay que aplacar) les proporcionaron todo el material que necesitaban.
Hay muchas razones para engancharse a Curon: la mezcla de tramas familiares y sobrenaturales, los protagonistas adolescentes, los elementos de terror clásico y el inquietante 'basado en hechos reales', que hace que te recomendemos ardientemente que la veas acompañada.
20 de enero-18 de febrero
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