Campamentos de verano para niños que extreman las medidas de seguridad ante el coronavirus

Hay cuatro millones de niños españoles con hambre de verano; después de haber pasado dos meses sin salir de sus casas, necesitan actividades al aire libre y la compañía de sus iguales. Sin embargo, en este extraño verano con mascarilla en ristre nos asusta dejarlos en actividades grupales, con el fantasma del Covid-19 planeando sobre sus jóvenes cabezas. De hecho, el 40% de los campamentos de verano infantiles no abrirán sus puertas, porque las nuevas normativas de seguridad para prevenir el contagio frente al coronavirus ha hecho que muchas empresas opten por cancelar sus actividades.

¿Cómo podemos saber que un campamento es seguro para nuestros hijos? Los protocolos varían según comunidades autónomas, pero hay muchas coincidencias, y siempre debes asegurarte de que se cumplen las que sean de aplicación en tu zona: limitación del aforo al 50% de las plazas, distancia social en los espacios comunes, como comedores o dormitorios, toma de temperatura y lavado de manos frecuente, uso de mascarillas (y guantes, por parte de los monitores), desinfección frecuente de las instalaciones, “burbujas” de niños, para limitar la interacción a grupos pequeños. Y, en el caso de los campamentos con pernocta, pruebas rápidas del Covid-19 a monitores y asistentes o declaraciones firmadas de los padres confirmando que los pequeños asistentes no han tenido síntomas o contacto con enfermos, eliminación de los comedores tipo buffet y protocolos de evacuación si se produce algún brote. Estas son las opciones que hemos encontrado que aseguran cumplir con todo ello.

Estar al aire libre todo el tiempo posible es la mejor (y más divertida) manera de mantener a raya el fantasma del contagio. Por eso, los campamentos en plena naturaleza que respeten las medidas de precaución rigurosamente son una buena opción. Aldealix , un clásico del verano, que recrea una aldea celta en la Sierra de Gredos (Extremadura), es una elección muy divertida para los más pequeños. Funcionará al 50% de su capacidad, como todos, desinfectarán las áreas comunes y los juguetes compartidos (balones) y crearán 'burbujas' de 8-9 niños asignados a un monitor que se relacionarán sobre todo entre ellos. Entre sus actividades estrella están el tiro con arco, el descenso de piraguas, escalada y rappel de iniciación.

También es muy tentadora la oferta de EagleRoad , que organiza un campamento de inmersión lingüística en inglés en Potes (Cantabria). Naturaleza bellísima en los Picos de Europa, vida activa e idiomas. Y todo en una de las zonas de España menos afectadas por la pandemia, que (al menos en estos instantes) se encuentra libre de casos de coronavirus. Entre otras medidas, han establecido distancia de 1,5 metros entre camas y entre mesas, mascarilla en las reuniones, charlas de prevención diarias a los asistentes y limpieza de las instalaciones tres veces al día.

Y no podemos dejar de recomendar los originalísimos Campamentos Samurái de Fast English, en Guipuzcoa, que combinan artes marciales y actividades al aire libre, y que se denomina 'covid free': piden certificado de haberse hecho la prueba del coronavirus, establece espacios de seguridad, utiliza máquinas de ozono para desinfectar dos veces al día y minimiza el contacto entre niños durante el entrenamiento en artes marciales.

Otras opciones perfectas para niños llenos de pasión son el FSO Summer Camp , centrado en la música de la mano de la Film Symphony Orchestra o el Campus fútbol de Alto Rendimiento FC Porto , en Valencia, que realiza la prueba del coronavirus a niños y a monitores al principio del campamento y ha establecido sólidos protocolos de distancia social (solo dos camas por habitación, aforo limitado). Natuaventura , una empresa con mucha experiencia con campamentos en Madrid, Ávila, Cantabria y Cuenca, también realizará test rápidos a monitores y niños al entrar en las instalaciones y creará grupos burbuja de nueve niños, con toma de temperatura diaria.

Algunos padres vuelven al trabajo presencial, otros han cancelado las vacaciones este año... y todos quieren que sus hijos se diviertan. La solución, como siempre, son los campamentos urbanos. El control de temperatura diario, el uso de guantes y mascarillas y la desinfeccion de locales son obligatorios, y también deben funcionar al 50%. Algunas de las opciones que recomendamos: los campamentos de cine de MenudaPeli , que operan en Madrid y que permiten a los pequeños rodar un corto a lo largo de cinco días, con muchas tomas en exteriores que reducen el riesgo de contagio.

Eso sí, la première del último día, a la que están invitados los padres, cuenta con dos pases para mantener el aforo dentro de lo recomendable. El campamento funcionará en grupos reducidos, con desinfección diaria del local y el material, toma de temperatura a niños y monitores, lavado de manos frecuente y mascarilla y guantes.

También son muy recomendables los talleres de robótica y videojuegos (¡combinados con surf, en algunos casos!) de Camp Tecnológico , que funcionan en Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz, Madrid, Barcelona, Toledo, Santander y Valencia. Este año, han incluido una modalidad mixta, que combina días de campamento online y días presenciales, para atender a las familias que quieren ser especialmente prudentes, han establecido una política de no compartir material (cada alumno llevará su propio kit, tendrá auriculares de uso personal...) y han creado una distancia de 1,5 metros ente las mesas de los asistentes.