vivir
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Los Arandinos. Rioja renovada: Una gran caja de cristal al sur de Logroño, con 14 suites de enormes ventanales y terrazas, mira a la Sierra de Moncalvillo y a los campos de viura, tempranillo y garnacha. ¿Los planes? Visitas y catas en su bodega, paseos a caballo, cenas románticas y rituales de vinoterapia en su spa: masajes con aceite de pepita de uva, peelings antioxidantes, envolturas terapéuticas y tratamientos faciales.
Finca La Florida. Bajo el volcán: Frente a la silueta del Tamia, se ve un mar de viñedos en las tierras negras de Lanzarote, donde las cepas se alinean en paredes de piedra, guarecidas de los vientos alisios. Descubre el arte y las técnicas de cultivo y la elaboración de los vinos de malvasía en las cercanas bodegas de La Florida.
Abadia Retuerta. Valladolid Sacra: Esta abadía del siglo XII encierra las notas y sabores de los vinos de Ribera del Duero en una de sus bodegas punteras, biodinámica y ecológica. En ella podrás crear tu propio vino con tu etiqueta, aprender los ciclos de la vid, catar las variedades de uva desde la cepa, selecciona los mostos... Y después del trabajo, disfrutar de los tratamientos holísticos de su Spa Santuario Le Domaine antes de una cena en el Refectorio, su restaurante con estrella Michelín.
Trossos del Priorat. Bancales de Tarragona: A 40 km de Tarragona, muy cerca de la Cartuja de Escaladei, la más antigua de España, se encuentra este exclusivo hotel sobre bancales de viñedos que producen vinos artesanos de alta calidad con máximo respeto a la naturaleza. ¿Su oferta? Catas en la bodega, cenas con maridaje y un entorno espectacular que invita al relax.
Hotel Tío Pepe. Clásico jerezano: Es la joya de González Byass, una de las bodegas con más solera de Jerez, y un homenaje al mítico icono. Además de sus 27 habitaciones, cuenta con patios, un jardín abierto y un imprescindible sherry bar, con piscina y vistas a las bodegas frente a la Catedral. Entre su carta de experiencias hay desayunos en las viñas de palomino fino y Pedro Ximénez, visita a la viña Canariera, a la yeguada, rutas en bici y almuerzos en la bodega Tío Pepe.
Monasterio S. Clodio. El templo del Ribeiro: En un valle surcado por el río Avi, este santuario de paz y tranquilidad con cinco siglos de historia es un buen punto para conocer el origen del vino Ribeiro. Te tentarán su spa (el único dedicado al vino en Galicia) y las exquisiteces del restaurante Dos Monxes, con postres como la uva treixadura en texturas.
Palacio Canedo. Regreso a León: Este restaurado palacio de piedra y vigas de castaño construido en 1700 captura la vida tal como era el corazón de la comarca del Bierzo. Bañada en los colores otoñales, esta época es singular para saborear su rica gastronomía, con productos de su huerta y sus conservas artesanales, y disfrutar de su bodega.