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Las cuentas de Netflix acabaron por todo lo alto 2020 gracias al estreno de Los Bridgerton el 25 de diciembre. El fenómeno fan que ya había despertado la serie de libros en la que se basa se extendió rápidamente a su adaptación en serie, de manos de la productora de la reina Midas de la televisión, Shonda Rhimes.
Según anunció la plataforma, se prevé que 63 millones de hogares reproduzcan esta ficción, al menos unos minutos, durante su primer mes de estreno, lo que la convertiría en el lanzamiento más exitoso de Netflix de todos los tiempos.
Los Bridgerton sigue eclipsando a muchos de los estrenos de series de este enero (pero no a Fran Lebowitz y Martin Scorsese hablando sobre Nueva York) y Phoebe Dynevor (Daphne) y Regé-Jean Page (Simon) incendiando corazones victorianos. Pero cuando se acaban los ocho primeros episodios, empiezan las dudas. Vamos a intentar resolverlas y habrá SPOILERS.
De momento, no hay renovación oficial, pero dado el enorme éxito de la primera temporada y el acuerdo de 150 millones de dólares entre la plataforma y Shonda Rhimes para desarrollar nuevos proyectos, vamos a considerar que una segunda entrega estaría asegurada. Además, varios de sus protagonistas, incluyendo a Page o a Nicola Coughlan (Penelope), han aprovechado sus entrevistas de promoción para decir lo encantados que estarían de retomar sus papeles.
Uno de los innegables atractivos del debut de Los Bridgerton ha sido la historia de amor entre Simon y Daphne, que ha vertebrado la primera tanda de episodios. Lo previsible es que sigan teniendo un peso importante en la trama de la segunda temporada, pero seguramente no serán protagonistas.
"Hay ocho libros de Los Bridgerton y ocho hermanos Bridgerton", recuerda Chris Van Dusen, el creador y showrunner. Para él, lo ideal sería poder ir desarrollando las historias de cada uno de ellos en el futuro.
Esperamos que Lady Whistledown, con la voz de Julie Andrews, continúe desvelando todo sobre la nobleza londinense, pero seguramente en esta ocasión su interés lo despertará el cabeza de familia: Anthony.
Esta primera temporada adapta, con mayor o menor precisión, 'El duque y yo', el primer libro de la saga de Julia Quinn. No es de extrañar que la segunda se ajuste a los acontecimientos de 'El vizconde que me amó' (qué bien titula Julia), y el vizconde en cuestión no es otro que el primogénito de los Bridgerton.
Anthony, tras la ruptura de su amor imposible con Siena, siente que ha llegado la hora de sentar cabeza y buscar a la candidata perfecta para convertirla en su esposa.
Este guiño a los lectores de las novelas puede desconcertar a los espectadores que no conozcan los libros o quizá pasar desapercibido. El último plano del capítulo final de Los Bridgerton nos muestra una abeja.
Gracias a los libros, sabemos que el patriarca Bridgerton murió de manera trágica e inesperada por la picadura de este insecto. Anthony, por ello, tiene pánico a las abejas y piensa que acabará muriendo joven (inciso para los niños de los 90: ¿a cuántos de nosotros no nos ocurrió lo mismo después de ver 'Mi chica'?; verdadero trauma colectivo).
Sin embargo, y si las cosas se desarrollan siguiendo el curso de lo que escribió Julia Quinn, este animalito tendrá mucha importancia en la búsqueda del amor (correcto) del hermano mayor de Daphne.