Si te gusta la novela negra, seguro que has oído hablar de Camilla Läckberg. Siguiendo la estela de Jo Nesbo, Camilla se ha erigido como la gran dama de la novela negra nórdica y su saga Los crímenes de Fjällbacka, se ha convertido en un superventas desde que publicase el primero de sus libros, 'La princesa de hielo', en 2002. Es la autora con mayores ventas de Suecia, y hasta la fecha ha vendido más de 12 millones de libros en cincuenta países, por eso no podemos dejar de preguntarnos: ¿se ha cansado de la saga que le ha dado fama?
'La Bruja', el último libro perteneciente a la saga Los crímenes de Fjällbacka se publicó en 2018 y, desde ese momento, ha publicado tres libros más, pero con historia y personajes distintos. El primero fue 'Una jaula de oro', en 2019, donde nos presentaba a un nuevo personaje, Faye, que contra todo pronóstico, debe superar los problemas de su pasado y convertirse en una heroína para salvar lo que más quiere. No le fue mal, ya que ha vuelto a recuperar a este personaje en su último libro, 'Alas de plata', comenzando así una nueva saga que nos hace temer por la continuidad de la historia de Erica Falck y Patrik Hedström.
Nuestro idilio con Erica comenzaba en 2002, cuando la escritora en horas bajas regresaba a su pueblo natal, Fjällbacka, y allí descubría por casualidad el cadáver de Alexandra, su amiga de la infancia. Durante la investigación se reencontraba con Patrik Hedström, el policía encargado de la investigación con el que inicia una relación entre asesinato y asesinato. Porque las tramas de Camilla Lackberg son, en esencia, sobre crímenes enlazados con alguna historia del pasado, pero también tienen un hilo conductor en las figuras de Erica y Patrik, su historia de amor y sus respectivas familias.
Por eso Camilla gusta, tanto a amantes de la novela negra, como a aquellos que no muestran un especial interés sobre las historias de crímenes e investigación, pero a man las historias cotidianas, incluso costumbristas. Amor, desamor, violencia de género, la maternidad y sus crisis asociadas, enfermedades poco conocidas como el síndrome de asperger, violaciones y muertes, muertes, muertes. Porque las novelas que componen los crímenes de Fjällbacka comienzan con un asesinato y terminan con su resolución, que siempre tiene que ver con algún hecho ocurrido en el pasado, que se hilvana con el presente de manera armoniosa y nada forzada.
Y todo ello con el paisaje de Fjällbacka como escenario, que está tan presente en la trama que llega a convertirse en un personaje más. Porque no es lo mismo ambientar una novela negra en Almería, con el sol, el calor y la luz diurna que lo inunda todo, que en Suecia, donde la oscuridad, el frío y la lluvia llega a ser opresivo generando un clima muy propicio para el misterio. Fjällbacka es un pequeño pueblo pesquero rodeado de mar y vegetación y donde todo el mundo se conoce lo que puede resultar tan angustioso como el clima (ya sabéis, pueblo pequeño, infierno grande). Un escenario tan idílico como perturbador en la literatura de Camilla.
'La Bruja' terminaba con Erica y Patrik juntos y felices después de resolver una horrible serie de asesinatos y Anna, la hermana de Erica, a punto de dar a luz a su primer hijo con Dan, antiguo novio y mejor amigo de su hermana. Y así nos ha dejado durante tres años, con el corazón en un puño por saber si por fin Anna va a conseguir ser feliz o no. Porque ha sufrido lo suyo, después de ser maltratada por su exmarido y perder al primer hijo que esperaba en un accidente de tráfico, se merece un happy end. Pero Camilla parece que se resiste a contarnos qué ha sido de estos personajes que ya se han convertido en parte de nuestra familia y a los fans ya no nos quedan uñas que mordernos.
¿Volverá pronto Erica o tendremos que conformarnos con Faye?