Nos vamos a arriesgar: aunque no te gusten los musicales , aunque te canse tanta canción y te aburran las coreografías , tienes que acudir al cine a ver «En un barrio de Nueva York». No tenemos tantas ocasiones de salir de la sala con la sensación de alegría, de calidez y de esperanza que puede provocar esta película, basada en un éxito de Broadway, 'In The Heights'. Se trata, nada menos, de la primera obra de Lin-Manuel Miranda, ese creador y actor prodigio que saltó a la fama global con 'Hamilton'. Con su primer musical, este que ahora llega a los cines, se llevó en 2008 13 nominaciones a los Premios Tony (consiguió cuatro, incluido el Tony al Mejor Musical). Con el segundo se llevó todos los premios posibles. Solo en los Tony, 11 galardones de 14 nominaciones.
El encargado de llevar esta delicia al cine es Jon M. Chu, el director de 'Crazy Rich Asians', que se luce con un número de apertura de ocho minutos que te va a dejar sin aliento. Todo sucede en el barrio neoyorquino de Washington Heights, donde lo latino se mezcla con el hip hop en la demostración más evidente de la superioridad de la mezcla de culturas. La cinta es un regalo para los amantes de los ritmos calientes, pero no descuida para nada la factura audiovisual: el color, la energía y el vigor de la acción son arrolladores. Y lo mejor: te vas a enamorar de todos los personajes. De todos. Eso sí: no vas a encontrar aquí ironía ni cruel realismo alguna. Para lograr su efecto buen rollo, todo se sirve desde la ingenuidad.
Los números musicales son extraordinariamente complejos, pero el argumento es sencillísimo. Usnavi de la Vega (Anthony Ramos) es dueño de un almacén en Washington Heights, pero sueña con volver algún día a la República Dominicana, donde aún viven sus padres. Estos han estado toda su vida ahorrando para darle una educación y una vida mejor al lado de su abuela Claudia, que se ha convertido en la abuela para muchos de los vecinos del barrio. Llegado el momento, la decisión de quedarse o marcharse se complicará bastante, no solo por razones sentimentales. Aunque el tono de la película sea amable, la peripecia de Usnavi da para acertadas lecturas sociopolíticas sobre la identidad, la inmigración, la gentrificación, la conciencia de clase y la raza. Sentimental y ligera, pero con contenido.
20 de enero-18 de febrero
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¿Qué me deparan los astros?