La historia de una ama de casa de los 80 que construye un imperio con sus vídeos de aeróbic: la serie se llama Physical y es brutal y adictiva

Los créditos de este serie ya son dignos de prestar atención. La creadora es Annie Weisman, productora y guionista de la pionera en tantas cosas 'Mujeres desesperadas' . Dirige Craig Gillespie, el director de 'Cruella' o 'Yo Tonya' y, por tanto, experto en historias con mujer retorcida al frente. Y protagoniza Rose Byrne, inolvidable en 'Damages', la mítica serie de abogados sin corazón protagonizada por Glenn Close, y descacharrante en «La boda de mi mejor amiga» (2011). Sumémosle a temática bizarra del aeróbic en los años 80 , una protagonista que no es, para nada, la ama de casa que parece y un marido con ínfulas políticas que es para tirarlo a la basura. Te lo prometemos: te vas a hacer adicta a este mix tan surrealista que se llama 'Physical' (en Apple tv).

Así, de entrada, esta nueva serie de Apple TV+ parece una gran broma, pero como ya te puedes suponer estando al frente director de 'Yo Tonya' el asunto es mucho más siniestro, oscuro y peligroso de lo que parece. Muy pronto conocemos los demonios secretos de nuestra protagonista, Sheila Rubin (Rose Byrne), pues una de las 'gracias' de la serie es que escuchamos constantemente el monólogo interior con la que se habla a sí misma. No te vamos a contar mucho más para no echar a perder el shock, solo digamos que lo que se dice es brutal. Y explica muy bien que se agarre al aeróbic como a un clavo ardiendo y acabe convertida en una auténtica gurú con proyección nacional.

«Sheila es la expresión radical de la dualidad que viven muchas mujeres», ha explicado Rose Byrne en la promoción de 'Physical'. «Vemos a una mujer aparentemente perfecta, delgada, guapa y blanca, pero con una pulsión interior de autodestrucción terrible. Posee todos los privilegios posibles, pero ninguno de ellos importan ni son suficientes». No pienses que vas a sentir mucha compasión por esta mujer absolutamente perdida: puede ser cruel no solo con ella misma, sino también con los demás. Pero todo está contado desde un humor negro absolutamente adictivo. Y, además, el diseño de vestuario es inteligente y maravilloso. Ochentero, pero en serio.