Katla, la serie de Netflix que intenta emular el éxito de Dark

Este mes ha sido una auténtica locura en cuanto a estrenos seriéfilos. Sólo la semana pasada disfrutamos del pistoletazo de salida de Maricón Perdido en TNT y nos dimos una maratón con la cuarta temporada de Élite. Por eso se nos había perdido el aterrizaje de Katla, pero ha recibido tan buenas críticas, que no nos hemos podido resistir. Lo cierto es que a priori, la sinopsis no nos seducía nada: «La catastrófica erupción del volcán subglacial katla es el detonante de una serie de inquietantes misterios que trastocan por completo la vida de un pueblo cercano». Pero como ya tenemos experiencia con las malas sinopsis de Netflix, lo pasamos por alto para adentrarnos en la historia.

Si creías que te ibas a encontrar con un telefilme de sobremesa de esos en los que un volcán entra en erupción en pleno Manhattan y se tirán dos horas y media huyendo, estabas muy equivocada. Con ese savoir faire de las ficciones nórdicas, más lentas y oscuras, Katla ya está siendo comparada con la alemana Dark (una auténtica obra maestra que si no has visto, ya estás tardando) y la danesa The Rain.

Katla está ambientada en la pequeña localidad de Vik, donde el volcán subglacial que da nombre a la serie lleva un año de actividad constante y ha convertido la vida de sus habitantes en un infierno desolador. Debido a las constantes erupciones, algunas personas desaparecieron sin dejar rastro pero todo salta por los aires cuando una de esas personas desaparecidas, Ása, vuelve a ser vista emergiendo del cráter del volcán, desnuda y cubierta por una sustancia negra. Pero Ása no es la única que regresa, sino que otros desaparecidos además de algunos elementos prehistóricos, comienzan a resurgir de las profundidades de la tierra. Otra de las historias paralelas de la serie es la de Darri Hansson, un vulcanólogo de Reikiavik que se ha trasladado al lugar para estudiar los hechos y se encuentra con un niño que dice ser su hijo ya fallecido.

Es curioso que en Dark, la serie con la que la comparan, también es un niño quien desencadena con su desaparición todos los acontecimientos posteriores que incluyen viajes en el tiempo y realidades paralelas. Todavía no sabemos si Baltasar Kormakur y Sigurjón Kjartansson, los creadores de la serie, conseguirán dar una respuesta tan enrevesada y absolutamente perfecta como hicieron los responsables de la serie alemana, pero tenemos muchas esperanzas.

Katla no está basada en una historia real, pero sus escenarios sí que son reales. Katla es uno de los volcanes más violentos del sur de Islandia, situado en el glaciar Mýrdalsjökull y desde el año 930 ha tenido hasta 16 erupciones, lo que convierte la zona en un lugar peligroso para vivir.

La serie cuenta en su reparto con  Ingvar Eggert Sigurdsson, el islandés que ha participado en producciones tan potentes como  Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald y Everest. Este está acompañado de Guðrún Ýr Eyfjörð, Íris Tanja Flygenring, Aliette Opheim y Þorsteinn Bachmann, nombres tan difíciles de pronunciar como desconocidos para el público español.

El ritmo de esta ficción no es precisamente vertiginoso. Las producciones nórdicas se toman su tiempo para plantear el misterio y ofrecer la respuesta, si es que la ofrecen, pero si consigues entrar en su juego, te atrapará hasta el último capítulo.