A un par de días de la celebración de la cita más importante del mundo del cine, los Oscars , todavía hay aspirantes a llevarse una estatuilla que no se han estrenado en nuestro país. Afortunadamente desde hoy ya podemos disfrutar de Nickel boys, la película con dos nominaciones, entre ellas la de Mejor Película, que se basa en un premio Pulitzer y no se estrenará en cines, solo se puede ver online.
La adaptación del libro de Colson Whitehead, que en España ha publicado Random House con el título de Los chicos de la Nickel y desde hoy forma parte del catálogo de Amazon Prime Video, también se ha colado entre las aspirantes al premio al Mejor Guión Adaptado. Una categoría en la que tendrá que competir con Cónclave , Emilia Pérez y A Complete Unknown, aunque ya ha sido reconocida en los Satellite Awards así como en los galardones de varias asociaciones de críticos estadounidenses.
A pesar de que ha hecho mucho menos ruido mediático que otras aspirantes como El brutalista o Emilia Pérez, Nickel boys cuenta con el aval de la crítica estadounidense, que ha destacado la valentía y originalidad de su propuesta visual, el retrato que hace de la amistad y la familia y la crudeza de su relato.
Porque si algo es Los chicos de la Nickel es una historia cruda, basada en hechos reales, que se ambienta en los años 60 y protagoniza el joven Elwood Curtis. Un adolescente afroamericano que vive con su abuela y parece destinado a alcanzar un futuro prometedor gracias a su inteligencia y sus ganas de aprender. Sin embargo, todo se tuerce cuando un día hace autostop y sube, sin saberlo, a un coche robado. Cuando la policía detiene al conductor, él es condenado por ser su cómplice y como es menor de edad le envían a un reformatorio.
En la Nickel Academy, como ya le había enseñado la vida en su Tallahassee natal, descubre que la segregación también está presente en la institución. Mientras los estudiantes blancos disfrutan de alojamientos cómodos y atención personalizada, los negros viven en condiciones deplorables y nadie parece especialmente interesado en proporcionarles una educación que dé sentido a su estancia en el centro. Afortunadamente Elwood conoce allí a Turner un joven que, a pesar de que tiene una visión muy diferente de la vida, compartirá con él la tediosa, y muchas veces violenta, rutina en el reformatorio.
En la reconocida novela de Whitehead, que fue elegido como uno de los mejores libros de la segunda década del siglo XXI por la revista Time, el relato de la adolescencia del protagonista se ve interrumpido por flashforwards en los que el protagonista, en la edad adulta, vive en Nueva York. Pero una poderosa razón le lleva a regresar al lugar en el que pasó su adolescencia: la Nickel Academy está siendo investigada por las décadas de acusaciones y denuncias que los familiares de estudiantes interpusieron contra ella.
A pesar de Whitehead, que en 2016 ya logró el Premio Pulitzer por El ferrocarril subterráneo (Random House), no quería lidiar de nuevo «con un material tan deprimente» como el que le sirvió para documentarse para esa novela, según declaró en una entrevista, la elección de Trump como presidente de los EE.UU. hizo que se sintiera «obligado a darle sentido a la situación en la que nos encontrábamos como país». Y para ello apostó por una historia que había descubierto en Twitter en 2014, un titular de la NPR que decía «55 cadáveres exhumados en un reformatorio en Florida».
Brandon Wilson como Turner y Ethan Herisse como Elwood en un fotograma de Nickel Boys, la película con dos nominaciones a los Oscars que estrena Amazon Prime Video. /
Ese reformatorio era la Florida School for boys, que se inauguró el 1 de enero de 1900 y se clausuró 111 años después. A pesar de que, como cualquier otra institución educativa, el reformatorio era sometido a investigaciones periódicas y cambios de dirección, toda su historia estuvo marcada por la reputación de abusos, palizas, torturas e incluso asesinatos que sufrieron los estudiantes a cargo del personal que trabajaba allí. Y especialmente los alumnos afroamericanos.
Como ya pudimos descubrir en su anterior obra, y aunque él tal vez prefiera tratar temas más ligeros en su novela, Whitehead está dotado de una poderosa capacidad para describir el horror sin resultar explícito, para reflejar la crudeza de la vida de los afroamericanos bajo las leyes Jim Crow y para llevar al lector a una realidad estremecedora de la que, sin embargo, no puede apartarse. Porque por muy lejanos que parezcan los acontecimientos que relata o los protagonistas de la historia, el novelista neoyorquino construye personajes interesantes y reales con los que es posible empatizar.
Al igual que Los chicos de la Nickel no es una novela fácil, todo parece indicar que su adaptación audiovisual tampoco lo es. Pero además de lo revelador de su historia, que por si queda alguna duda va más allá de lo que aquí se ha descrito, Ramell Ross le ha sabido dar un toque personal que hace de ella una película tan personal en su forma como universal en su relato. Y aunque parta con muy pocas opciones para triunfar en la noche de los Oscars, la crítica ha sido unánime y su calidad está fuera de toda duda. Lo confirmaremos esta misma noche en Amazon Prime Video, aunque nos duela.