Karl Lagerfeld aseguraba que «mientras otros lugares tienden a quedarse estancados, Nueva York siempre continúa evolucionando«. Como París, la Gran Manzana siempre es una buena idea y aunque el (dos veces) Pulitzer Colson Whitehead recomendaba que » no escuches nunca lo que la gente te cuente de Nueva York, porque si no lo presencias, no forma parte de tu Nueva York, y lo mismo daría que fuera Jersey«, lo cierto es que sí tenemos una recomendación que hacerte: si puedes, vive la Navidad en Nueva York, porque no será una más, será LA NAVIDAD con mayúsculas. Y eso que en otoño es la ciudad más bonita del mundo...
Viajar a Nueva York en cualquier época del año es como vivir dentro de una ficción: todas sus calles, sus edificios, sus tiendas, sus experiencias... ya las has visto en la gran pantalla, pero ahora, la protagonista eres tú. Da igual que seas fan de Carrie Bradshaw y compañía en 'Sexo en Nueva York' o si de pequeña viste mil y una vez 'Solo en casa', siempre sobrecoge e impresiona. Pero la Navidad... la Navidad es otra película.
La ciudad se viste de fiesta desde finales de noviembre y lo da todo con sus luces, su decoración excesiva, su magia y su ambiente festivo. Por eso, pasar unas vacaciones navideñas en la Gran Manzana debería ser una experiencia que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida, más allá de visitar imprescindibles como la estatua de la Libertad o los museos más imponentes, subir al Empire State Building, sentirte en el centro del mundo Wall Street o el nuevo World Trade Center, recorrer Broadway buscando entradas para sus musicales y la Quinta Avenida de tienda en tienda, cruzar el Puente de Brooklyn y sentirte la más moderna en Williamsburg, quedarte alucinada con el Flatiron o el Chrysler Buildings, con la catedral neogótica de San Patricio, o zambullirte en el bullicio de Chinatown o Little Italy para, después, tomar oxígeno en Central Park.
Festival Holiday Lights del Zoo del Bronx /
En Navidad, es visita obligada en Nueva Yok ver el imponente abeto del Rockeffeller center y patinar sobre hielo en su pista de película, o disfrutar de la fiesta de fin de año en Times Square. Pero no vayamos a lo obvio, porque la Grasn Manzana ofrece mucho más en las Fiestas. Los más pequeños (y el 99.9% de los mayores) disfrutarán como niños en el Zoo del Bronx, que en las Fiestas celebra su festival Holiday Lights y se ilumina con más de 250 linternas en forma de animal y esculturas, organizan safaris y recorridos desde diferentes regiones del mundo, recrean un bosque iluminado con insectos, anfibios y plantas y hay desfiles con personajes disfrazados y esculturas de hielo. Además, en el Jardín Botánico de Nueva York, del 20 de noviembre al 23 de enero, podremos tomar su histórico tren de la Navidad y recorrer un Nueva York en miniatura vestido de fiesta.
Los mercadillos navideños se adueñan de la ciudad de Nueva York durante las Fiestas, y con sus pop-up temáticos hacen las delicias de locales y visitantes. En Manhattan, podemos disfrutar del pueblo invernal del Bank of America en Bryant Park con tiendas de regalos, puestos de comida y una pista de patinaje sobre hielo gratis. En Queens, el Country Farm Museum celebra el Festival de linternas de invierno e ilumina sus tierras con luces navideñas y linternas hechas a mano en formas de flores, animales de granja y otros objetos. Además, en el mismo barrio, Rockaway Boulevard se llena de luces a principios de diciembre con motivo del Rockaway Parade, un extenso desfile en el que participan 15 carrozas, cientos de bailarines y más de un millón de luces.
Por último, nadie visita realmente Nueva York si no disfruta de uno de los espectáculos de Broadway, con las mejores producciones teatrales y musicales del mundo. En las Fiestas, eso sí, además de los clásicos, nada mejor que la función navideña del Radio City Hall y sus Rockettes, que hacen que la magia cobre vida, transformando el mítico escenario en un paraíso invernal que, además, este año cuenta con el regreso de la mítica escena «Snow».