Podríamos llenar líneas y más líneas con frases motivacionales sobre cómo los viajes te cambian la vida. Una de nuestras favoritas es la del escritor suizo Alain de Botton, que dice que «viajar es como amar, es un intento de transformar un sueño en realidad». Pero no nos pongamos intensas que aquí somos mucho más prácticas: viajamos para vivir. Sin más. Así que hemos elegido los destinos más increíbles y los viajes más alucinantes que todas soñamos con hacer, al menos, una vez en la vida.
• Recorrer las islas de Hawaii en autocaravana y surfear en las playas más alucinantes
Hawaii o Big Island, Kawai, Maui, Ohau, Lanai, Molokai... Todas, al menos una vida, deberíamos viajar a Hawaii, recorrer sus islas en autocaravana, enamorarnos de los atardeceres más increíbles que verás nunca, sumergirte en bosques que parecen de otro mundo y quedarte con la boca abierta con las cascadas que, de repente, aparecen frente a ti, bañarte en playas de arena negra, surfear las olas más imponentes, alucinar con los volcanes de los que surgió todo, recorrer el 'road to Hana' a cámara lenta.
También revivir la historia y que se te ponga la piel de gallina en el memorial de Pearl Harbour y dejarte llevar por una filosofía 'slow' que te transformará. El archipiélago de Hawaii es el paraíso en la Tierra. Así que sí, todas, alguna vez en la vida y sin excusa, deberíamos viajar a Hawaii.
• La aventura del Transiberiano: de Moscú a Pekín en tren
Un halo de misterio, románticismo y exotismo rodea todo lo que tiene que ver con el viaje al pasado que supone coger el Transiberiano y recorrer los casi 10.000 kilómetros que separan Rusia de China. Los contrastes marcarán esta experiencia en la que la naturaleza más asombrosa (el lago Baikal, el más grande del planeta; los paisajes vírgenes de Mongolia, la tundra siberiana) se combina con ciudades trepidantes (Moscú y Pekín, por supuesto, pero también la sorprendente Ulán Bataar).
Pero, en esta travesía en la que te sentirás en otra época, el viaje en sí es el destino: un tren sacado de otra época que atraviesa culturas e historias y que, durante 12 días nos hará vivir una experiencia de lujo e inolvidable. Eso sí, de momento, China sigue con sus restricciones por COVID, así que de momento el trayecto solo está disponible entre Moscú y Ulán Bataar.
La naturaleza salvaje de África siempre ha sido un reclamo turístico para los occidentales. Sin embargo, en los últimos tiempos las influencers han convertido la experiencia más brutal que puede vivir un amante de los animales en un polémico postureo instagramero que poco tiene que ver con la realidad. Que sí, que podemos (y queremos ir de 'glamping'), pero sin perder la esencia de este viaje.
La Reserva Natural Masai Mara en Kenia, el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica, el Parque Nacional South Luangwa en Zambia, el Serengueti en Tanzania, el Bosque de Bwindi en Uganda, Etosha en Namibia o el Delta del Okavango en Botswana son solo algunos de los destinos que te permitirán disfrutar de la naturaleza como no podrás ni imaginar.
• Los grandes saltos de agua de Sudamérica
Seguimos con la naturaleza en su versión más sobrecogedora y, de eso, Sudamérica está sobrada, de la impresionante cordillera de los Andes a la selva amazónica, el auténtico pulmón del mundo. Pero, esta vez, nos centramos en los territorios en los que el agua es la protagonista.
Y es que si el Amazonas es el río más largo y caudaloso del mundo, no podemos perder de vista joyas naturales como las Cataratas de Iguazú (no entraremos en decidir si pertenecen a Argentina o a Brasil) y sus 275 cascadas, «el asombroso espectáculo de un océano cayendo a raudales en un abismo es casi escalofriante», como describió el botánico suizo Robert Chodat; el Salto del Ángel, en Venezuela, que con 979 metros es la cascada más alta del mundo; o el Glaciar del Perito Moreno, en la Patagonia, considerada por muchos la octava maravilla natural del mundo por la sobrecogedora imagen de esa masa de hielo interminable rodeada de bosques y montañas.
Y hablando de naturaleza, no podemos olvidarnos de los Parques Nacionales de EE.UU. Porque sí, la trepidante Nueva York, Chicago y su imponente arquitectura, San Francisco y su 'hub' tecnológico, el flow de Miami... Los rascacielos y grandes urbes están muy bien, pero nosotras nos quedamos con las montañas y los bosques.
Las imponentes vistas de Yosemite, el impresionante Gran Cañón del Colorado, las formaciones rocosas de Monument Valley, las piedras que parecen modeladas por un escultor de Antelope Canyon, el sobrecogedor Death Valley y los desiertos de Nevada o el Mojave, la naturaleza salvaje y los géisers de Yellowstone, los vestigios indígenas de Great Smoky Mountains, o los valles exuberantes y los picos escarpados de las Montañas Rocosas.
• Bucear en la Gran Barrera de Coral
Con más de 340.000 kilómetros cuadrados y albergando más de 900 islas, la Gran Barerra de Coral, en el territorio de Queensland, en Australia, es el es el conjunto de arrecifes de coral más grande del mundo y, por ende, el mayor ser vivo que existe. En su imponente fondo marino encontramos treinta especies diferentes de ballenas y delfines, más de 1.500 especies de peces, hasta seis especies de tortugas marinas y más de 400 tipos diferentes de corales, de todas las formas y colores imaginables.
Eso sí, es tan grande e inabarcable que los expertos recomiendan elegir bien las zonas según tu nivel de buceo y tus expectativas: Cairns, Byron Bay, Osprey, bajar hasta el naufragado SS Yongala, Fish Rock Cave (para muy expertos) o Lord Howe Island, el arrecife más meridional del mundo.
• Bucear en la Gran Barrera de Coral
Terminamos este recorrido por el mundo en el Círculo Polar Ártico para disfrutar de uno de los mayores espectáculos naturales que existe: las auroras boreales. La explicación científica de por qué se produce este fenómeno sobrecogedor es compleja (tiene que ver con las partículas que expulsa el sol con sus explosiones, el escudo magnético de la Tierra y el contacto con la atmósfera), pero lo que está claro es dónde se ven las más imporesionantes, y es en el círculo polar Ártico, en el conocido como óvalo o cinturón de las auroras, siendo el norte de Noruega, de Finlandia o Islandia los mejores lugares para disfrutar de esta maravilla.
Los meses de septiembre a marzo son los mejores para avistar auroras boreales, sobre todo, en las épocas más frías (diciembre) y secas, que garanticen los cielos despejados.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?