Una mujer, consultando las redes sociales en su móvil. / GTRES

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Cómo saber si te obsesiona tu imagen en las redes sociales

La dispersión, la necesidad de estar siempre conectados o la repetición de fotografías para encontrar la mejor son algunos de los síntomas más claros.

El mundo virtual permite sentir emociones y reacciones que se podría experimentar en una situación real, pero sin movernos de casa. Una de las consecuencias de ello es que puede dar lugar a una falta de realidad, pues ofrece la posibilidad de exponerse con la certeza de ser visto sin moverse de casa. Esto hace que, en ocasiones, se produzca el moldeado de una personalidad o estado anímico en función de la aceptación que recibimos de los demás, tal como explica el psicólogo Jorge López Pérez Vallejo. "Se adentran en estos medios y poco a poco se van creando un mundo ficticio y más fácil de gestionar que el real, buscando un placer y satisfacción que no les aporta su propio mundo real".

El problema de las patologías asociadas al uso de internet se va haciendo mayor a medida que dedican más y más tiempo a esta interacción que compensa las carencias de las que huyen buscando la aceptación de los demás con likes, tweets, fotos, juegos o publicaciones en Facebook. Se crean una tendencia de vida en relación a lo que gusta a los demás.

Uno de los nuevos problemas es la falta de naturalidad en la imagen que se transmite con continuos filtros y retoques en las fotos que se publican con una tendencia a publicar continuamente una imagen irreal en busca de un "me gusta" o un comentario adulador. En consecuencia a esto, las personas entran en un sistema de pensamientos y acciones que alimentan el problema que analiza López Vallejo en tres grupos:

  • 1. Sistema de control: es la tendencia a controlar lo que se publica hasta conseguir un objetivo, llegando incluso a pasarse horas retocando fotos antes de la publicación definitiva. Problema: En ese momento se entra en un entorno tóxico intentando controlar cada foto a publicar, preguntando a los demás su opinión antes de la subirla, visionando obsesivamente la imagen, ampliando, retocándola, hasta conseguir la publicación que inmediatamente llevará el me gusta.

  • 2. Sistema de evitación: no sólo estas personas controlan la imagen, también evitan presentar públicamente alguna parte de su cuerpo que no le gusta, lo que saben que no va a gustar a los demás ocultándolo, escondiéndolo, retocando la imagen...

  • 3. Sistema de escape y de huida: Estas personas sufren la máxima frustración y pérdida de control cuando lo que publican no recibe la aceptación que buscan, en ese momento aparece la ansiedad que lleva incluso a ataques de pánico.

La gravedad del caso se hace patente cuando aparecen los siguientes comportamientos:

  • Dispersión: falta de atención en clase, en la familia, en el trabajo caminando con los riesgos que eso supone, suspensos, despidos laborales, accidentes de tráfico...

  • Agobio constante: queriendo controlar lo que publican y el impacto social de su publicación a la espera continua del me gusta.

  • Repeticiones continuas de fotos antes de colgar la final, entrando en una espiral obsesiva de control del gesto, maquillaje, pelo, ropa o la luz... en resumen, lo que a los demás pueda gustar.

  • Necesidad de estar siempre conectados para recibir de inmediato el me gusta o el comentario agradable.

  • La adicción y/u obsesión atrapa cuando la persona abandona sus obligaciones para dedicar todo el tiempo que tienen a internet y si no puede hacerlo vive los síntomas de abstinencia que los lleva a un estado de angustia y una ansiedad que le hace malhumorado, irritable, incluso aparecen ataques de pánico, disminuyendo la capacidad de concentración y acción necesaria para llevar a cabo sus vidas con normalidad.

¿Cómo se soluciona? Jorge López Vallejo, bajo la Terapia Breve Estratégica, da la clave. Habitualmente es la familia la que solicita la ayuda para este tipo de personas, ya que ellas niegan la existencia del problema, lo bueno del caso es que, desde la Terapia Breve Estratégica es posible empezar el tratamiento de forma indirecta con la familia, sin que asista a consulta el propio afectado. “La intervención consiste en centrarnos en transformar el mecanismo de placer en una experiencia desagradable, anulando el ritual adictivo y paralelamente interviniendo sobre las dificultades personales y de relación que han facilitado la dependencia. Es un tratamiento muy demandado y con gran éxito en los resultados de superación del problema, cada vez más gente sufre esta patología.”

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