Las palabras nombran lo que sentimos, controlan y limitan nuestros sentimientos y se pronuncian sobre un fondo de silencio necesario. Las personas que saben escuchar saben también guardar un silencio activo, promovido por el deseo de saber. En principio, para poder escuchar hay que haber aprendido a escucharse a uno mismo, ya que, si tenemos demasiada confusión interna, no querremos escuchar los deseos, sentimientos o frustraciones del otro, porque nos evoca algo reprimido en nuestro interior. En estos casos, el silencio se convierte en una defensa para no saber qué nos sucede y en un muro para no escuchar. Cuando sucede en una pareja, el otro se puede sentir abandonado, rechazado y el malestar deteriora la relación.
Hay momentos en los que las palabras no pueden pronunciarse y el silencio se impone. A veces, la emoción es demasiado intensa para que las palabras la contengan y es mejor guardar silencio, si sirve para buscar palabras adecuadas. El silencio contiene lo que es difícil de nombrar. Nos puede separar de los demás, pero también conectar con nuestro ser. No solo las palabras nos ayudan a comunicarnos, también los silencios.
Cuando la relación de pareja atraviesa procesos difíciles, como una enfermedad o una operación, las palabras y los silencios son importantes. En estos casos, la mujer se ve afectada psicológicamente por lo que sucede y la imagen de sí misma. Si no ha sufrido sentimientos de invalidez, desaprobación o desamparo, tendrá una aceptación buena de su cuerpo y la recuperación le costará menos. Pero en cualquier caso, se verá afectada psicológicamente y necesitará elaborar lo sucedido. Y su pareja también se verá afectado por esta situación.
Hay hombres que pueden acoger el problema sin asustarse, porque no les da miedo la debilidad en una mujer, ya que tienen una identidad sólida. Esto no quiere decir que no necesiten también de un proceso para elaborar lo que ocurre. Sin embargo, hay hombres que no saben enfrentarse a los sufrimientos de su mujer, que se angustian ante la carencia en ella, porque son dependientes y solo quieren verla fuerte. Entonces pueden refugiarse en el silencio.
Tras un aparente desinterés puede agazaparse miedo o incapacidad para escuchar lo que sucede, porque evoca algo de lo que quiere defenderse.
Hay secretos familiares que resultan vergonzosos. El silencio suele enfermar a algún miembro de la familia.
Si el silencio de nuestra pareja nos molesta, debemos reflexionar si dependemos de su reconocimiento.
Blanca había recorrido un largo camino para aceptar, sin sentirse mal, los silencios de su pareja. Cada vez que se acercaba el 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama, recordaba lo que le había pasado. Hacía cinco años había sufrido una mastectomía. Psicológicamente lo pasó muy mal, se sentía rota. Pero lo peor era el silencio de Ramón. Si la veía mal, intentaba decir que no pasaba nada. Si quería hablar de lo triste que se encontraba, él se iba. Se sentía sola y acudió a una psicoterapia psicoanalítica. Tras reconstruir su pecho, comenzó la reconstrucción de sí misma y pudo comenzar a mirarse de otra forma, lo que también cambió el modo con el que vivía el silencio de su pareja.
Lo primero con lo que se encontró, y que no le gustó, fue que su psicoanalista le resultaba demasiado silenciosa. En una sesión pudo expresar la rabia que le daba su silencio. Su psicoanalista le sugirió que quizá así vivía la relación con su padre, al que Blanca había descrito como muy callado. Ella también calló y comenzó a recordar un suceso que la culpabilizaba. Su padre tenía pocas palabras y demasiados actos. Un día, siendo niña, había entrado en su habitación sin llamar, encontrándola desnuda. Las fantasías referidas a ese suceso están llenas de culpa y rabia hacia su padre. Había sido una invasión que tapó con todo tipo de invasiones que ella se dejaba hacer. En el tratamiento pudo elaborar la relación con su padre, del que siempre añoró que la vistiera con las palabras de reconocimiento que toda hija necesita.
Por su parte, Ramón también padecía conflictos, ya que, de niño, su madre había sufrido una grave enfermedad que quedó en él como un recuerdo doloroso. Quiso conservar en su mente la idea de una madre idealizada y fuerte, pero la fragilidad de Blanca le remitía a una fragilidad materna que él siempre intentó negar. El silencio de la pareja es, en lo fundamental, un acto involuntario, que se rige por las leyes del inconsciente y de las emociones.
En una psicoterapia se ponen palabras a los sucesos y fantasías que provocan desde el inconsciente síntomas que hacen sufrir.
Cuando el silencio nos hace sentir mal, conviene hablarlo y aceptar los límites de cada uno para escuchar al otro.
Reflexionar sobre si se vive como rechazo, cuando puede expresar incapacidad de acercarse íntimamente.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?