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Seguro que has leído algunas cosas sobre "astenia primaveral" y otras tantas sobre "depresión otoñal" y por eso te parece normal que el cambio de estación te haga sentir un tanto desanimada. Pero, ¿qué pasaría si te dijéramos que la llegada del otoño puede ser un disparador de buen rollo para recibir con una sonrisa a los meses más frescos del año?
Según los psicólogos especialistas en depresión de TherapyChat, los cambios de estación en general y la llegada del otoño en particular podrían ser buenos para tu autoestima. La clave está en reconducir esa tendencia a la pereza y analizar concienzudamente las ventajas de cada momento del año.
Te suena, ¿verdad? Esta frase no sólo es el título de un famoso libro sobre cómo ordenar tu casa, sino que también es una verdad como un piano. Una limpieza profunda y una reconfiguración de tus espacios son tremendamente beneficiosas para tu autoestima. Y, adivina qué: el paso de verano a otoño es un momento estupendo para ponerte manos a la obra.
Si te embarcas en la aventura de renovar tu hogar, te encontrarás con la posibilidad de deshacerte de un montón de ropa y objetos de verano que no volverás a emplear y que a otras personas les pueden venir muy bien.
Además, con un pequeño presupuesto, si te lo puedes permitir, podrás redecorar tu casa añadiendo detalles otoñales que aporten calidez: nuevos textiles, algún candelabro de segunda mano o elementos del hogar para afrontar momentos muy íntimos como tomar un chocolate caliente en pijama mientras ves una peli en los findes más grises.
¿Por qué funciona? Simple: funciona por la satisfacción de desprenderte de cachivaches varios, dar cosas a quienes las necesitan y reenamorarte de tu casa. Con estos pequeños cambios, seguro que querrás invitar a tus amigas a merendar o pasar más tardes de sofá y manta con tu pareja, sintiéndote más sociable y más querida.
Seamos sinceras: solo unas cuantas han recibido el milagro de unos genes que deslumbren andando bajo un sol inclemente, a casi 50 grados, con una camiseta dada de sí, un antiguo vaquero transformado en short y unas flip flops que dejan claro que las aceras no son de mármol, precisamente.
Los meses de otoño traen consigo una dosis de glamour de la que es casi imposible no beneficiarte: botines que pueden ser tu mejor oportunidad para andar con unos taconazos de vértigo, faldas largas, cazadoras de diferentes colores y texturas, bolsos XXL… ¿Y tú planteándote recluirte en casa?
El otoño es el momento en el que puedes pisar con toda la fuerza: te puedes atrever con maquillaje de impacto y tus estilismos tendrán mucha gracia. Aprovecha estos meses en los que dejas de ir casi en bañador por la vida, pero aún no tienes que envolverte como si te fueras a enviar por correo postal a Australia para conquistar la ciudad y ganar seguridad en ti misma.
¿Por qué funciona? Dedicar tiempo a tu imagen es una forma de ofrecerte cariño, ya que es tiempo que inviertes completamente en ti; pensar en tu outfit te ayuda a desconectar de pensamientos más complejos, recibir cumplidos te reafirma y salir a lucir tus looks de otoño te brinda la oportunidad de disfrutar de la calle sola o acompañada. Todo esto rompe con tu rutina y evita que tu casa te absorba.
En cuanto empieza a refrescar es normal que empieces a notar tu nariz o tu garganta un poco afectadas durante la noche o al despertar. En este punto, puedes plantarle cara a esa sensación de “me voy a constipar” y optar por darle guerra al frío.
Equipar tu cama y tu sofá con mantas que puedas ir incorporando según refresque, hacerte con un par de pijamas calentitos, auto-regalarte un bonito foulard, llenar la despensa de infusiones y pastas, mejorar tu menú diario con una dosis de frutas y vegetales ricos en vitamina C son solo algunas de las medidas que puedes adoptar para mimarte y evitar que el catarro te pille.
¿Por qué funciona? Más allá de la posibilidad real de evitar un constipado otoñal, cuidar de ti misma te dará subidón. En la medida en la que cuides lo que comes, te sentirás bien física y emocionalmente y el hecho de estar haciendo algo por ti y dejando de lado uno de los elementos más temidos del cambio de estación te ayudará a sentirte poderosa.