getty

vivir

Caso de La Manada: "¿Culpar a la víctima?

El interés social y mediático que ha despertado el jucio de "La Manada" es importante. Gracias a él se habla de violencia de género, de machismo, y del valor de la palabra de la mujer.

Un chica de 18 años denunció haber sido violada por cinco hombres durante los San Fermines de 2016. En la primera jornada del juicio, el tribunal aceptó un informe encargado a una agencia de detectives que trataba de demostrar que siguió con su vida normal tras los hechos. Según el abogado, esta "normalidad" querría decir que no sufrió estrés postraumático. Tras una gran polémica, el informe fue retirado como prueba, pero no podemos dejar de preguntarnos: ¿por qué se culpa a la víctima de una violación? ¿Cuáles son los síntomas del estrés postraumático?

Esta última pregunta fue contestada por las psicólogas designadas por el juzgado de Pamplona, quienes afirmaron que la chica no había exagerado la agresión y que sí había padecido estrés postraumático. Pero los peritos de la defensa rebatieron estas conclusiones. En un alarde de extrema ignorancia sobre cómo funciona el psquismo, suponen que una chica violada tiene que encerrarse en casa o llorar continuamente para ser creíble. En los días que siguieron a los hechos la muchacha explicó que tenía dificultades para dormir, despertares angustiosos, falta de apetito, vergüenza ante su familia y culpabilidad. Los psicólogos judiciales decían en sus informes que tenía sentimientos de rabia y se sentía defraudada consigo misma, con percepción de pérdida de su dignidad.

Romper el silencio

  • Denunciar es el primer paso para defenderse. Romper el silecio es fundamental para no caer en las garras del trauma. Se tiene que ayudar a la víctima a poner palabras a lo sucedido.

  • A los agresores se les tendría que imponer una reparación a la víctima y un tratamiento. Los violadores suelen repetir. Las ganas de someter a una mujer en grupo tendría que hacerles pensar sobre los problemas que tienen con su identidad sexual.

Esta es una de las causas conscientes, entre otras inconscientes, por las que la víctima suele culparse de lo sucedido. En el momento se ve obligada a colaborar con el agresor para satisfacerle y que la agresión acabe. Sus valores quedan en supenso y se sorprende de lo que está haciendo. Según dijo la víctima a la defensa, no opuso más resistencia física porque entró "en estado de shock" y solo pensaba en que aquello acabara cuanto antes. Los síntomas y el daño psíquico que sufrió no fueron tomado en cuenta hasta que otras mujeres lo pusieron en evidencia. Este daño siempre es grave, ya que su relación con el mundo, consigo misma, con su cuerpo, con su sexualidad y con los demás, queda marcada, a no ser que pueda ser elaborado psicológicamente.

En cuanto a los supuestos violadores, llama la atención que no se hayan sentido responsables de la agresión, solo del robo del móvil. Quizá lo hicieron porque era una forma de dejar a la chica desamparada. Uno declaró ante el tribunal que la chica no consintió de palabra la relación sexual. Así que, como dijo que ella llevaba la iniciativa, habrá que suponer que les decía lo que había que hacer con gestos, o ellos tenían la capacidad de leer su pensamiento. Sabían, dijeron que ella les mandaba y disfrutaba. Otro de los implicados, guardia civil, declaró que disfrutaba más que él. La fiscal Elena Sarasate aseguró en sus conclusiones que los 96 segundos del vídeo que grabaron muestran a una joven en pánico, cuyo gemido es de dolor y no de placer.

La noticia: "La Manada"

  • Una chica denuncia en julio de 2016 haber sido víctima de una violación por un grupo que se autodenomina "La Manada". Tras dos semanas de declaraciones, el juicio ha quedado visto para sentencia. La fiscal del caso pide 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno. Dos tienen antecedentes: uno por robo con fuerza y otro por lesiones, riña tumultuaria y desorden público. Varios están acusados de otra agresión en Pozoblanco.

Parecería que la idea que tienen estos hombres es que la mujer siempre toma la iniciativa y que ellos cumplen y se observan para ver cómo lo hace el otro. Es una manera de poner en acto el miedo que tienen a la mujer. Niegan y odian sus aspectos femeninos y los colocan en ella, convirtiéndola en un objeto fetiche que se pasan, compartiéndola porque así les da menos miedo. Y suponen que si otro hombre los mira les ratifica en virilidad tan precaria como infantil.

Algunos de los whatsapp que intercambiaron antes decían: "Hay que buscar el cloroformo, los rohipnoles, las cuerdas... que después queremos violar todos". Como entre los inculpados hay un guardia civil y un militar, también hablan de llevar pistola.

La chica se encontró con ellos tras varias horas de fiesta. Es probable que sus condiciones psicológicas no le permitieran medir la peligrosidad de la situación ni defenderse.