Los tiempos cambian, las modas van y vienen y, como casi todo, el lenguaje evoluciona y se adapta a las nuevas realidades. Sin embargo, para bien o para mal, las normas son las normas, y en esto del idioma y sus usos en nuestro país, la Real Academia Española es la que tiene la última palabra.
La RAE se ha adaptado a la dictadura del 'real time' y el 'social media' y dispone de unos perfiles oficiales en redes sociales ( en Twitter cuentan con más de un millón de 'followers' ) que no solo atienden al momento las dudas de los usuarios, sino que también dan mucho de qué hablar... El último caso, con la polémica sobre si se debería llamar 'Consejo de Ministras' al gabinete de Pedro Sánchez por contar con más mujeres que hombres.
Pero como decíamos, la RAE da mucho de qué hablar (vale, sí, nos ha quedado bien el juego de palabras) y no son pocos usuarios los que, como la Vecina Rubia, están convencidos de que "hablar bien es de guapas", pero que nuestro idioma (el que marca la Real Academia) debe evolucionar un poco más deprisa y acorde a los tiempos...
Y es que, si se aceptaron 'albericoque', 'chapuzar', 'palabro', 'almóndiga', 'descambiar', 'güisqui', o 'bluyín', ¿por qué no va a atender la RAE nuestras peticiones?
Pelazo: La Vecina Rubia ya ha recogido firmas para que la RAE pueda incluirlo, ya que es un elemento más de estilo personal y un término que usan desde anuncios de champú hasta artículos periodísticos y por supuesto, influencers.
Influencer: No, la RAE tampoco contempla esta palabra que pretende definir a aquellas personas con una gran masa de seguidores y una credibilidad especial sobre un tema concreto.
Ambientazo: hace referencia a las características de un lugar que, por su decoración, el contexto y las personas que lo frecuentan, se convierte en imprescindible.
Instagramear: este término es sencillo. Se refiere a la acción de “postear” (palabra que existe pero no se refiere a subir contenido a la red, al menos de momento) en la red social Instagram.
Fit: estar en forma o en la justa medida de algo.
Poliamor: llevada a cabo o no, esta práctica enemiga de la monogamia implica mantener relaciones íntimas o amorosas con más de una persona de manera simultánea, y, aunque no lo creas, todavía no aparece en la RAE.
WowTrip: este anglicismo que nace de la unión del término Wow y de la palabra viaje en inglés se ha popularizado como sinónimo de viaje sorpresa. Una nueva dinámica en la que el viajero no sabe cuál será su destino hasta que está en el aeropuerto y que cada vez se practica de forma más habitual.
Flexivegano: hay personas que llevan una dieta vegetariana, otras vegana, orgánica, mediterránea… Todas están incorporadas a la RAE. Pero hay una variación en la vegana con un espectro más amplio, que orienta la alimentación a vegetales y frutas limitando el consumo de proteínas animales. Eso es el flexiveganismo…
Sororidad: esta bonita palabra, por lo menos en cuanto a su sonoridad, hace referencia a la solidaridad y concordia entre mujeres. Un movimiento cada vez más conocido y reconocido en una sociedad que lucha por la igualdad.
Casoplón: existe mansión, caserón o casona. Pero este término que se materializa en inmuebles lujosos, grandes y en zonas privilegiadas de ciudades no tiene su registro, al menos, todavía…
Y vosotros, ¿qué palabras pedirías a la RAE que incluyera en la próxima actualización de su diccionario?
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