vivir

Así puedes frenar las peleas entre hermanos

Un hermano siempre es un adversario que busca un lugar de privilegio en el afecto de los padres. Frente a las peleas, es clave contener la violencia, no tomar partido y ofrecer un espacio para la reflexión.

¡Descubre los mejores hoteles para ir con niños! Haz clic en la imagen/gtres

¡Descubre los mejores hoteles para ir con niños! Haz clic en la imagen / gtres

Isabel Menéndez
Isabel Menéndez

En las vacaciones, los hermanos se pelean con más frecuencia , sobre todo, porque pasan más tiempo juntos. Pero, sea cual sea el motivo aparente de la discusión, tras la rivalidad fraterna subyacen otros motivos: los celos que el mayor tiene del pequeño, porque siente que ha venido a quitarle el amor de los padres, y el lugar que cada uno ocupa en la dinámica familiar. Ese espacio no solo tiene que ver con ser el mayor, el mediano o el pequeño, y se relaciona con que hay miradas que los padres asignan a cada uno de los hijos: el inteligente, el divertido, el olvidadizo, el desastre…

La pelea siempre esconde el deseo de 'ganar' a mamá y a papá para sí mismo y tener un lugar privilegiado en sus afectos. Frente al conflicto, lejos de intervenir de inmediato, los padres deberían dejar algo de tiempo para que los niños resuelvan por ellos mismos el problema , que suele surgir por la posesión de algo que en su imaginación les hace sentirse más fuertes. Los progenitores, de entrada, no han de tomar partido por ninguno de los hijos. Pero cuando pase el encontronazo, deberían crear un espacio que les permita hablar o negociar.

'Tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada...'

Es importante para los adultos que aprendan a tolerar esos enfados, ya que los niños siempre quieren lo que tiene el hermano y cuanto más cercanas son sus edades, peor es la rivalidad. Hasta los cuatro o cinco años, como aún no han interiorizado unas reglas psíquicas que les permiten contenerse y valorar lo que está bien y lo que está mal, los niños actúan de una forma más agresiva e irreflexiva. El adulto se debe situar en un papel de autoridad donde deje claro lo que está bien y lo que no, después de hacerles pensar sobre lo que han hecho.

El lugar que cada hijo ocupa para sus padres no debe ser connotado con adjetivos que los desvaloricen en relación a los otros hermanos. Conviene no referirse a ninguno como 'el trasto', 'el sensato', 'el desastre', 'el cuidadoso'. Los padres pueden creer que los tratan a todos igual, pero nunca es así, porque no lo son. Lo que los hijos necesitan es que los padres deseen algo particular para cada uno de ellos. Cada niño necesita sentirse único para ellos. Si esto se da claramente, no necesitará pelearse tanto con su hermano, porque ya no sentirá que le quita nada.

Alberto y Paloma, de ocho y tres años se pelean porque la niña quiere la bici de su hermano . El niño no le deja acercarse ni a tocarla. María y Jorge, sus padres, se miran y les dan un poco de tiempo, a ver si resuelven la situación. Pero la pelea sube de tono y Paloma comienza a llorar y a pegar a Alberto.

Entonces Jorge interviene: les separa, les pide que piensen sobre lo que ha pasado y les dice que en unos minutos hablarán con ellos.

María le dice a la niña que es muy fuerte, pero que todavía tiene que esperar para usar la bici de su hermano. Si quiere, le comprarán un triciclo adecuado para su edad.

Jorge, por su parte, va a hablar con su hijo y le pregunta por qué se enfada tanto con su hermana. Él es muy inteligente y seguro que se da cuenta de que ella no es capaz de llevarse su bici, como mucho solo podrá tocarla. Después le dice que haga las paces con ella.

Ambos hermanos se reconcilian. María y Jorge han señalado a cada uno de sus hijos algo bueno que tienen y que pueden emplear para no pelearse con el otro. Los dos se sienten queridos y valorados por sus padres, en lugares diferentes, ambos valiosos. La orden de que piensen en lo que ha pasado es importante, porque se les proporciona la oportunidad de dominar mejor sus rivalidades. Cuando estos sentimientos no se niegan, se pueden controlar mejor.

Evitar errores

  • Los niños actúan mucho por imitación, ya que se identifican con rasgos que ven en sus padres. Conviene evitar peleas delante de ellos. Tampoco hay que comparar a los hermanos con frases como 'ella se porta mejor que tú'.

  • Los padres suelen pensar que tratan a sus hijos por igual, lo que no es cierto: cada uno ocupa un lugar.

  • No es conveniente reprimir cualquier manifestación de rivalidad hacia un hermano. Si no se expresa cuando la siente, lo hará más tarde y de peor manera.

Qué podemos hacer

  • Reflexionar sobre el hecho de que algo de rivalidad entre los hermanos es inevitable. Si pueden expresarla cuando son pequeños y se sienten aceptados, sufrirán menos cuando sean mayores.

  • Hacer pensar a cada niño sobre su participación en la pelea y mostrarle lo que ha hecho mal a cada uno, señalándoles que tienen cualidades para hacerlo mejor la próxima vez.

  • Recordar qué tipo de relación tuvimos con nuestros hermanos cuando éramos niños.

Además...

- Trabajo en verano y mis hijos tienen vacaciones: ¿cómo sobrevivo?

- Los 7 mejores hoteles para ir de vacaciones con niños

- Pequeña guía para educar hijos autónomos

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?