Desde luego somos extremistas y dicotómicos en casi todas las actitudes que tenemos con los demás. ¿Estás conmigo o contra mí, eres sincero o falso, del Barça o del Real Madrid, atrevido o cagado, de Belén Esteban o de Jesulín de Ubrique?

Hemos de posicionarnos y al hacerlo parece que lo nuestro sea mejor y lo del otro, siempre, peor.

Pero no es así, ni muchísimo menos. La variedad es la más maravillosa de las lecciones.

Hoy hablaremos del comportamiento de las personas "sinceras" y de las personas "falsas" (pero como estas etiquetas conllevan un valor positivo y negativo, que no me gusta nada, las cambiaré por personas "directas" y personas "discretas").

Los abanderados de lo directo dirán que todo hay que decirlo a la cara, que es honesto decir siempre lo que se piensa y que la verdad ha de ser escuchada.

Los abanderados de la discreción dirán que no hace falta entrar siempre en conflicto, que no es necesario decir todo lo que se piensa y que no tienen por qué compartir con los demás sus opiniones.

Los dos comportamientos tienen razones para actuar así, por lo tanto, cada uno de ellos cree que su verdad es la lícita y correcta. Y tiene razón, los dos tienen razón, pero a la vez los dos se equivocan.

Para las personas sinceras:

¿Por qué siempre hay que escuchar tu opinión si seguramente no siempre te la piden?

¿Por qué crees que tu verdad, aunque sea en voz alta, es más verdad que la de quien no la dice?

¿No crees que tenemos derecho a preservar algunas opiniones o a no querer expresarlas públicamente?

¿Por qué crees que los demás han de ser como tú? ¿Por qué crees que es mejor ser así?

Para las personas discretas:

¿No crees que a veces se resuelven mejor las cosas cuando uno se pronuncia en voz alta, aunque eso conlleve un mínimo enfrentamiento?

¿No crees que los demás también tienen derecho a escuchar tus opiniones, sobre todo si les afecta?

¿Crees que las personas pueden saber cómo tratarte si no expresas muchos de tus pensamientos? ¿Han de leerte la mente para averiguarlo?

¿Por qué crees que los demás han de ser como tú? ¿Por qué crees que es mejor ser así?

No es mejor quien dice la verdad más alta, ni es mejor el más discreto y neutral. No hay mejor ni peor, lo que hay son dos formas de enfrentarse a las situaciones, y cada una de ellas tiene ventajas e inconvenientes.

Los sinceros se enfrentan desde las vísceras, se enfadan y se exaltan a menudo , pierden los papeles y luego tienen que disculparse por las formas. Normalmente son personas más emocionales y no pueden evitar saltar ante lo que ellas no consideran cierto.

¿ Qué ventajas tienen? Que cargan menos peso porque dicen las cosas prácticamente cuando las piensan, que son personas que ves venir porque son bastante transparentes y que igual de rápido que se enfadan, también se les pasa pronto.

¿ Los inconvenientes? Que discuten a menudo y pueden ofender a los demás, que a veces al enfadarse dicen cosas que no dirían y que se llevan continuas decepciones cuando no coincide su verdad con la del otro.

En cambio, los discretos se enfrentan desde el control y la evitación, son personas más introvertidas y comedidas, con actitudes más opacas, lo que causa inquietud en los demás, al no saber bien cómo son. Normalmente, no se encuentran cómodas en medio de batallas dialécticas y prefieren hablar en privado y solo con gente de confianza.

¿Qué ventajas tienen? Que tienen pocos enfrentamientos y son de convivencia más fácil, que no caen fácilmente en provocaciones y que puedes estar más en desacuerdo con ellas sin llegar a pelearte.

¿Qué inconvenientes? Que se acaban tragando muchas cosas que les iría mejor decir, que no siempre pueden evitar el conflicto y eso les causa ansiedad y que los demás tienden a desconfiar de su actitud.

(Ojo, esto es una mera aproximación, porque desde luego somos muchos y variados y hay un abanico muy amplio de personas "directas" y "discretas").

Como veis ni siquiera es cuestión de razón, es cuestión de personalidad y la equivocación más habitual es creer que solo una de las actitudes es la adecuada o la correcta (lo vemos en cada debate de Gran hermano VIP o Supervivientes).

¿Qué pasaría si todo el mundo opinara a la cara, si todos dijésemos exactamente lo que pensamos del otro? Seguramente nos pelearíamos constantemente, porque las verdades no siempre coinciden, pero todo el mundo cree tenerlas. (Imagina un gran hermano VIP con 15 personas directas como Miriam Saavedra o Belén Esteban).

¿Y qué pasaría en un mundo donde nadie dijera lo que piensa y no habláramos abiertamente de las cosas que nos suceden? Seguramente seríamos personas mucho más apáticas y estancadas, porque nadie pondría los problemas encima de la mesa y no sería tan fácil encontrar soluciones. (Imagina un gran hermano VIP con 15 personas discretas como Darek o Rosa Benito).

Las diferentes personalidades existen por una sencilla razón: una convivencia equilibrada.

Entre todas las personas, las emocionales y las racionales, las extrovertidas y las introvertidas, las nerviosas y las tranquilas, las directas y las discretas, hacemos un mundo más rico, porque para evolucionar, nos guste o no, se necesita la maravillosa variedad.

Además...

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