Seguro que sabías que el tercer lunes de enero es conocido como Blue Monday, o el día más triste del año. Lo que a lo mejor no sabías es que existe una fórmula pseudomatemática ideada por Cliff Arnall, profesor de psicología en la Universidad de Cardiff, que determina que esta fecha exacta es el día en el que nos sentimos más abatidos.
La ecuación ideada por Arnall es la siguiente: Blue Monday = 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. Las variables son el clima (C), las deudas de las compras navideñas (D), el sueldo de enero (d), el tiempo transcurrido desde las vacaciones de Navidad (T), los propósitos de dejar atrás malos hábitos (I), las motivaciones positivas (M) y la necesidad de cambios (NA). Esta combinación es la que lleva a Arnall a considerar el tercer lunes de enero como el día más triste de todo el año.
Todos experimentamos tristeza a lo largo de nuestra vida. Pero ¿cómo podemos definir algo tan común y, a la vez, tan específico para cada uno? Se podría decir que es una especie de dolor emocional, presente en los momentos más difíciles para un ser humano.
Pero es que además esta emoción tiene una explicación neurofisiológica, pues la tristeza está relacionada con una disminución en los niveles de serotonina: el neurotransmisor más relacionado con la felicidad que proporciona una sensación de euforia y placidez. Este neurotransmisor está muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, aunque también regula el hambre, el apetito sexual y la temperatura corporal.
Producida por un suceso desfavorable, la tristeza se manifiesta con pesimismo, insatisfacción y tendencia al llanto. Sin embargo, aunque sea desagradable, la tristeza es el primer paso para superar una pérdida, pues activa el proceso psicológico que nos permite superar duelos, desilusiones o fracasos.
El trastorno afectivo estacional suele aparecer en enero como consecuencia de la vuelta a la rutina después de las vacaciones, la bajada desmesurada de las temperaturas y los días más cortos en los que el sol brilla por su ausencia. Por eso, la llegada del invierno puede hacer mella en nuestro estado de ánimo, provocando un incremento del estrés y mayor sensación de tristeza.
Existen diferentes factores que influyen en la aparición de este trastorno, como son la disminución de las horas de luz. Esto altera el reloj interno provocando una reducción en los niveles de serotonina, lo cual incide directamente en el estado de ánimo provocando mayor estrés y sensación de tristeza.
Los principales síntomas del citado trastorno son: una mayor irritabilidad y cambios de humor bruscos, estado de ánimo bajo y mayor sensación de tristeza, aumento del estrés, problemas para relacionarse con los demás e incluso otros como el aumento de peso.
Una dieta rica en nutrientes en la que no falten alimentos como las verduras, frutas, cereales y frutos secos. Todos estos alimentos contribuyen a mantener un estado de ánimo positivo y aportan la energía suficiente para encarar el día a día con actitud.
El deporte es vital para evitar los daños del invierno, y es que tanto el estrés como la tristeza se reducen con una buena rutina de ejercicio. El deporte aumenta el flujo sanguíneo del cerebro, lo cual provoca que el cuerpo libere endorfinas, un antidepresivo presente de forma natural en el cuerpo. Pero es que además, el ejercicio físico también provoca la liberación de serotonina, que mejora el estado de ánimo.
Esto beneficiará a la reducción del estrés, ya que la falta de sueño provoca una mayor liberación de cortisol, la hormona del estrés. Descansar más ayuda a disminuir estos niveles y a restaurar el equilibrio interno del cuerpo. Para mantener alejada la tristeza es necesario dormir todos los días entre siete o nueve horas.
Sentir tristeza es algo completamente normal e intentar evitarla o taparla puede provocar un efecto negativo sobre tu salud mental. Puede que manifestar la tristeza frente a los demás puede hacerte sentir vulnerable, pero intenta rodearte de aquellas personas con las que te sientas cómoda para lograrlo.
Las rutinas nos ayudan a estabilizarnos siempre y cuando sean unas rutinas saludables. Es importante salir todos los días a la calle, asearse, mantener relaciones sociales, hacer ejercicio de forma regular y hacer actividades que nos resulten agradables.
Es muy importante compartir tiempo con la gente a la que quieres, lo que te ayudará a sentirte mejor. De hecho, un reciente estudio de Harvard sobre la felicidad (el estudio más grande realizado hasta el momento) asegura que las relaciones sociales son la clave para ser más feliz.
20 de enero-18 de febrero
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