10 consejos del psiquiatra Luis Rojas Marcos para superar las consecuencias emocionales de la pandemia

Tener confianza en nuestras capacidades, ejercitar el optimismo, aprender a vivir el presente… La pandemia por el coronavirus ha caído como una bomba sobre nuestra estabilidad mental y emocional, pero el psiquiatra Luis Rojas Marcos nos da una serie de claves que harán que recuperes, un poco, la felicidad y la paz mental.

El psiquiatra Luis Rojas Marcos nos explica cómo superar los efectos adversos de la pandemia en nuestra mente. Si quieres ver los famosos cuyas relaciones penden de un hilo por culpa del COVID, pincha en la imagen./juan carlos de marcos

El psiquiatra Luis Rojas Marcos nos explica cómo superar los efectos adversos de la pandemia en nuestra mente. Si quieres ver los famosos cuyas relaciones penden de un hilo por culpa del COVID, pincha en la imagen. / juan carlos de marcos

Silvia Vivas
Silvia Vivas

El psiquiatra Luis Rojas Marcos sabe bien de lo que habla cuando nos explica cómo funciona nuestra mente ante una gran tragedia. Afincado en Estados Unidos desde hace décadas, este especialista fue el Jefe de los Servicios de Salud Mental de Nueva York durante el terrible atentado de las Torres Gemelas. Tras aquel atentado hubo un tsunami de casos de estrés postraumático en Estados Unidos; Luis Rojas Marcos cree que la pandemia va a tener un efecto similar a escala mundial, pero aún así, se muestra optimista. El experimentado psiquiatra confía en que s aldremos mejores de esta gran crisis y que la clave para superarla conservando intacto el buen ánimo está en aprender a ser generosos y optimistas, gestionar adecuadamente la incertidumbre e identificar cuándo hay que pedir ayuda. Con estas diez claves, lo conseguirás.

1. Ejercita tu resiliencia

Sufrir no nos hace mejores personas, pero de la pandemia y el sufrimiento que ha llevado aparejado podemos aprender mucho sobre nosotros mismos, sobre quiénes somos y, lo más importante de todo, sobre la resiliencia, esa capacidad para hacer frente a las tragedias que mezcla resistencia y flexibilidad al mismo tiempo y que vamos a necesitar ejercitar de cara al futuro porque, como el psiquiatra anuncia, la epidemia ha supuesto un trauma «y un 40% de la población va a tener un crecimiento postraumático» por su culpa.

2. Sé generosa, (la generosidad será nuestra tabla de salvación)

«Está demostrado que, cuando beneficias a otros, te beneficias», explica el psiquiatra. En la memoria de todos los supervivientes de una catástrofe como esta, de escala mundial, está siempre una idea de fondo: ayudé a las personas que tenía cerca y conseguimos salir de esto. Ahora, más que nunca

3. Descubre (y acepta) tu nuevo potencial

De acuerdo, la situación vivida en el último año y media te ha puesto al límite de tus capacidades y de lo que pensabas que eras capaz de hacer, pero, al mismo tiempo, han desvelado facetas de ti misma que te han ayudado a superar la adversidad dándote una nueva perspectiva sobre tus propias capacidades. ¿Te acuerdas del lema «de esta salimos mejores» que tanto se escuchó en 2020? Luis Rojas Marcos está seguro de que así será, especialmente si aceptas lo fuerte que has demostrado ser desde que comenzó toda esta crisis.

4. Reconsidera (y reordena) tus prioridades

Quizá hayas descubierto en este tiempo que lo que pensabas que era fundamental en 2019 en 2021 te resulta accesorio y, al contrario, que aquello que no valorabas hace un año ahora te resulte imprescindible. Adaptarse a las nuevas circunstancias es de sabios y, a la vista de todo lo que hemos perdido en un año, aprender a valorar lo que tienes, también.

Retrato del psiquiatra Luis Rojas Marcos. / juan carlos de marcos

5. Aprende a vivir (un poco más) en el presente

Según Luis Rojas Marcos nuestra sociedad maneja mal la incertidumbre porque tendemos a proyectar nuestros anhelos e ilusiones en el futuro, siempre pensando en lo que pasará mañana, el año que viene, las próximas vacaciones… Cuanto más incapaces nos sentimos de anticipar nuestro porvenir, más espacio queda vacío para que pueda ser ocupado por la angustia y que esa angustia acabe minando nuestra confianza.

El problema es que la pandemia ha convertido ese futuro en algo tan inestable e incierto que pensar en él nos quita más paz mental de la que nos aporta. Centrar nuestra mirada en el aquí y ahora, en lo que podemos hacer en el presente, puede ayudar a contrarrestar este vértigo vital.

6. Busca apoyo en tu círculo cercano

Pierde el miedo a contar a las personas de tu confianza cómo te sientes, contar las cosas que nos angustian es una estrategia muy efectiva para protegernos del miedo. No renuncies a tu derecho a sentirte mal y a hablar de ello. Narrar lo que te sucede ayuda a la mente a organizar lo que está pasando, restar intensidad emocional a las ideas angustiosas y convertirlos en pensamientos más manejables.

7. Intenta mantener tu sentido del humor

Si además de hablar y verbalizar tus temores, consigues reírte entre amigos de algunas de esas ideas, mejor que mejor. El sentido del humor es muy útil porque nos da una perspectiva para comprender cosas, incluso trágicas, que no entendemos y que están afectando a nuestra vida. Con el humor se puede tratar todo, incluso lo que te da miedo.

El psiquiatra Luis Rojas Marcos disfrutando con su familia en una imagen de su hija Laura Rojas Marcos. / instagram

8. Evalúa tu estado de ánimo si has sufrido una gran pérdida

Uno de los colectivos más vulnerables en este momento, en lo que a estabilidad sentimental se refiere, es el de aquellas personas que están afrontando el duelo por la pérdida de un ser querido, especialmente si esa pérdida se produjo durante los meses de confinamiento de la pandemia.

Por culpa de las restricciones de movilidad y la imposición del aislamiento y la distancia social, los expertos en psicología advierten que los duelos que comenzaron durante los meses de encierro tienen más riesgo de convertirse en patológicos. El mismo Luis Rojas Marcos advierte que se va a necesitar, al menos, un año o año y medio para evaluar todo el daño que han hecho ese tipo de duelos. Si ese es tu caso, evalúa cómo estás gestionando tu duelo: se considera que los duelos que se enquistan y duran más de un año son patológicos y las personas que los sufren deben pedir ayuda.

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9. Busca ayuda profesional (y detecta si la necesitas)

La salud mental sigue siendo la hermana pobre de la medicina, asegura el psiquiatra y razón no le falta. Los problemas de ansiedad, la depresión… todas las enfermedades que afectan a nuestro estado psicológico se siguen viendo desde un prisma distinto en medicina, pero no lo dudes, son enfermedades y el sufrimiento que provocan es real y deben ser tratadas por especialistas. «Tener conciencia del dolor mental motiva para recibir tratamiento», asegura el experto.

Esa tristeza perenne que no te abandona, ia ausencia de alegría, proyectos y ganas de vivir, buscar en consuelo en la comida o en sustancias tóxicas como el alcohol o incluso refugiarse durante horas tras la pantalla del móvil… si crees que tus conductas han cambiado tanto durante la pandemia que no te reconoces o la forma en la que te sientes te hace infeliz, puedes estar sufriendo un problema psicológico, pide ayuda a tu médico.

10. Educa tu optimismo (piensa que esto, también pasará)

Aunque te parezca increíble a ser optimista también se aprende, aunque buena parte de esa alegría que desprende la gente optimista viene dada por su herencia genética y sus experiencias vitales. Aún así, el optimismo también se entrena y para poder ponerlo de tu parte es primordial que tomes nota de tu discurso interior, ese que empleas para explicarte las cosas.

A cambio debes pensar que la situación es la que es pero que esto, como todo, va a pasar, que no va a definir ni toda tu vida ni toda tu identidad. El optimismo brilla ante la adversidad, es en los momentos malos cuando la persona optimista se crece y piensa que esto, lo que está pasando, va a pasar, no es para siempre. Confía en tu capacidad para superar lo que está sucediendo en este momento, recuerda que en el pasado te has enfrentado a circunstancias adversas y has salido triunfante. ¡Ánimo!