Los 10 secretos de los daneses para ser más felices

Desde hace años, Dinamarca se encuentra entre los países más felices del mundo, por no decir que el más feliz. Existen muchos métodos para lograrlo (¿has oído hablar del Gökotta ?) , pero sin duda, su secreto reside en una filosofía de vida que ellos denominan hygge.

Es difícil traducir el concepto de hygge en nuestro idioma. Sería una mezcla entre acogedor, bienestar, comodidad, relax, libertad... Para unos el hygge tiene que ver con compartir momentos de disfrutes con otras personas pero para otros suponen esas pequeñas cosas que nos hacen felices y que podemos hacer en soledad.

Quizá los daneses necesitan estos espacios de felicidad para sobrellevar el mal tiempo preponderante en estas zonas. Quizá sea la forma de relacionarse, más fría que en otros países donde la climatología acompaña... Sea como sea, el hygge les hacen sentirse bien y felices y nos han explicado ciertos pilares en los que se sustenta y puedes importar a tu propia vida:

1. Busca el momento: esto consiste en dedicar un tiempo cada día para hacer algo que te haga sentir bien. Todos tenemos obligaciones y responsabilidades, pero encontrar un momento diario para tu propio autocuidado redundará en tu propio bienestar y felicidad.

2. Abre tu casa: puedes practicar el hygge en cualquier lado: en un parque, en una terracita, o dando un paseo por la naturaleza. Pero los daneses son más proclives a reunirse en sus casas, abriendo sus puertas para todos aquellas personas que quieren, creando un ambiente de intimidad muy hyggelig.

3. Crea un ambiente propicio: cuida los pequeños detalles para sentirte realmente cómodo. Muchas veces, sobre todo cuando estamos solos, tendemos a hacer las cosas rápidas y de cualquier manera. Pero el hygge te invita a estar atenta a esas pequeñas cosas para sentirte bien: comer sentada a la mesa con mantel y servilleta, poner flores en un jarrón...

4. Evita todo lo que rompa ese estado de relax: en esos momentos hygge en los que prima el bienestar está prohibido hablar de cualquier tema que produzca crispación, como la política o el fútbol. También sería ideal dejar aparcado el trabajo u otras responsabilidades en pos de conseguir un momento de relax.

5. Cuantos menos, mejor: el hygge funciona mejor en pequeños círculos sociales. Y es que cuando invitas a demasiada gente a tu casa, tiendas a tratar de hablar con todos, por lo que no terminas ninguna conversación y acabas con sentimiento de culpa por no haber podido llegar a todo.

6. Piensa en el menú: en nuestro país somos más de pedir unas pizzas, pero en Dinamarca le dan mucha importancia a lo que van a saborear en sus reuniones. Una bebida caliente, queso y uvas a la luz de las velas, un asado tradicional... no hace falta que sea navidad para comer rico acompañado de tus amigos.

7. Ten presente a tus antepasados: el hygge está muy relacionado con las tradiciones y actividades u objetos con gran valor sentimental. Tomar el té en una vajilla de tu abuela, ponerte un collar y un vestido de tu madre... hay actos muy hyggelig en el día a día.

8. Ponte cómodo: el hygge te invita a disfrutar de las pequeñas cosas como encender unas velas para disfrutar de su calor y su luz tenue, abrigarte con un jersey de lana (y si puede ser de tu abuela, mejor), disfrutar de un buen café en la cama con un libro... estos pequeños placeres son muy hyggelig.

9. Huye del uhyggelig: se trata de momentos contrarios a la filosofía hygge. Comer cualquier cosa de pie en la encimera de la cocina o en el metro, camino del trabajo, por ejemplo, sería un momento uhyggelig. ¿Es práctico? Sí. ¿Te hace sentir bien y cómodo? Ni por asomo.

10. Sé consciente de tu propio placer: en todas las culturas existen momentos hygge, pero la diferencia con los daneses, es que ellos son capaces de identificarlos y nombrarlos, lo que les hace más conscientes de estar viviendo esos momentos y de disfrutarlos.