vivir
vivir
La personalidad, el trabajo y el coraje de estas mujeres las convirtió en referentes. Fueron capaces de elevar su voz, marcar la diferencia, romper moldes y revolucionar ideas provocando cambios muy notables para la sociedad. Algunos de ellos, en torno al sexo. Con la ayuda de la escritora Claudia Casanova, autora de 'La dama y el león' y 'La tierra de Dios', reunimos las claves para saber por qué estas ocho mujeres consiguieron hacernos entender el sexo de una manera diferente.
Los sabios de la biblioteca de Alejandría la consideraban la décima musa: igual que Homero era conocido como "el Poeta", Safo de Mitilene (nació en la isla de Lesbos hacia el 630 a.C.) era "la Poetisa", alabada por su poesía lírica y apasionada. Fue una de las pocas mujeres de la Antigüedad cuya obra ha llegado hasta nosotros y, por sus versos ardientes sobre el amor y la amistad entre mujeres, hoy tomamos el nombre de su isla para designar la homosexualidad femenina.
Jovencita de 21 años seduce a un hombre maduro de cincuenta y dos: ¿siglo XXI? No, la fascinante historia de Cleopatra y Julio César. La reina de Egipto acudió al glorioso general romano para conseguir su protección frente a su hermano Ptolomeo, que quería acabar con su vida, y no dudó en conquistarle para lograr su objetivo. Le dio un hijo, Cesarión, y después del asesinato de César en el 44 a.C., sedujo también a Marco Antonio, el lugarteniente de su antiguo amante. Cleopatra es el símbolo de un tiempo en que las mujeres luchaban por su vida con todas las armas a su alcance.
Se hizo con el poder con un golpe de estado arriesgado, haciendo abdicar a su marido, el emperador Pedro III, y se convirtió en una de las mujeres más poderosas del siglo XVIII. Rusia vivió una era dorada bajo su reinado de modernización y reformas ambiciosas. La emperatriz se rodeó de sabios consejeros y numerosos amantes: Potemkin, Orlov, Poniatowski, a los que recompensaba con dinero y altas dignidades en la corte. Su independencia sexual, abierta y sin ambigüedad, forma parte de su leyenda.
La reina del camp, la musa de las drag queens, la rubia exuberante que tentaba a un angelical Cary Grant… Todo eso y más fue Mae West, que salió de los teatros de vaudeville del Nueva York de finales del XIX y se convirtió en actriz, directora y guionista de sus propias películas, cargadas de ambigüedad sexual y de dobles sentidos. La censura trató de contener su arrolladora personalidad pero solamente logró encumbrarla aún más: su obra 'Sexo', estrenada con gran escándalo en 1926, la llevó a la cárcel por violar la moral pero ella aceptó la pena en lugar de pagar la fianza por la tremenda publicidad que atraería. Fue valiente, decidida y desafió las convenciones de su tiempo sobre lo que podía o no podía hacer una mujer.
Hija de cubanos exiliados, pronto viajó al continente y se instaló en París donde se dedicó a su verdadera pasión: la escritura. En sus diarios y relatos, Anaïs Nin describió no muy veladamente la relación amorosa que mantuvo con Henry Miller durante su estancia en París y la franqueza de sus descripciones convierte su obra en una de las obras de literatura erótica más sensuales de la modernidad, dando voz al deseo femenino y dibujando una constelación de experiencias sexuales sin complejos.
La compañera de Jean-Paul Sartre fue mucho más que eso: escribió una de las obras de filosofía feminista de obligada lectura, "El segundo sexo", en el que abogaba por la completa igualdad de los sexos y demostraba que el mundo sería un lugar mucho mejor desde la equidad y paridad sexual. Célebre por su bisexualidad y porque la relación con Sartre era abierta, la escritora y filósofa nos recuerda que hay muchas maneras distintas de amar y de vivir, pero que lo esencial es la libertad por encima de todo.
La serie 'Masters of Sex' ha popularizado la historia de William Masters y Virginia Johnson, la pareja de sexólogos norteamericanos que elaboró un estudio pionero sobre los hábitos sexuales de sus conciudadanos en los años 50. Cuando lo publicaron, el escándalo fue mayúsculo y casi llegó a costarles sus carreras profesionales. Virginia Johnson y su labor de investigación abrió la puerta para que toda una generación de mujeres descubriera el orgasmo, sus cuerpos y la libertad sexual.
Si en el campo de la sexualidad científica fue Virginia Johnson quien rompió moldes, y Beauvoir quien aportó la reflexión filosófica, sus teorías se hicieron carne en Norma Jean Baker. La combinación explosiva de sensualidad e inocencia hizo de Marilyn Monroe un mito sexual desde sus primeros papeles en la pantalla hasta que murió en 1962. Varias generaciones de artistas y cantantes se han inspirado en ella, desde Madonna, Britney Spears, Taylor Swift, Rihanna o Beyoncé. En todas ellas palpita el poder de una mujer sexualmente libre, y la primera que abrió esa puerta fue Marilyn.
Parejas de cine que subirán la temperatura
Así cambia la percepción del sexo según tu edad
Pequeña gran historia del clítoris