¿Se puede estar sólo y ser feliz? Esta es una pregunta que el Día del Soltero, víspera de San Valentín, tiene más sentido que nunca. Son muchas las personas que se plantean a menudo si realmente necesitan o no a otra persona para ser feliz. Ese eterno dilema que tiene que ver con la relación entre la soledad y la felicidad es algo en lo que ha trabajado el psicólogo Jesús Matos, experto en gestión de la tristeza. En su opinión, es un tema que hay que abordar con una perspectiva amplia y madura, pues está convencido de que se puede vivir solo y encontrarse bien con uno mismo.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (2017), el número de españoles que vive solo sigue creciendo paulatinamente ya que los hogares unipersonales volvieron a aumentar en relación al año anterior en 54.100, lo que supone una cifra nada desdeñable: más de cuatro millones y medio de personas tienen (elegida o no) esta situación de vida.
Si nos guiamos por la frialdad de los datos, parece que la mayoría entiende que se vive mejor acompañado que en solitario. Pero ahora que se acerca San Valentín, ¿existen otras alternativas que nos pueden hacer también felices? O, como dice el tópico, ¿es mejor estar solo que mal acompañado?
En relación a este tema, el psicólogo Jesús Matos sostiene que pueden llegar el Día de Soltero e inmediatamente después, San Valentín, y aún, encontrándose en soledad, sentirse feliz: "Sí que se puede. El bienestar depende en mayor medida más de los esfuerzos que hagamos día a día por estar bien que de las circunstancias personales. El ser humano es un animal social, por lo que necesita de sus iguales para estar adaptado al medio ambiente. De lo contrario, el cerebro reacciona de forma emocional con el fin de intentar sobreponernos a esta situación adversa. Pero nos referimos a un aislamiento total, no a el hecho de estar soltero, por ejemplo. La soltería es un estado en el que se puede ser igualmente feliz que en pareja".
La personalidad de cada uno tiene mucho que ver en el análisis de cada situación. Evidentemente no es lo mismo estar soltero por decisión personal, haberse divorciado traumáticamente, o estar viudo. Pero, si hablamos conceptualmente, la realidad de la soledad es gestionable. En gran medida, todo puede depender de la calidad de nuestro entorno: "Muchos de los estudios que se han realizado coinciden en que una de las variables clave para mantenerse feliz a largo plazo es la calidad de las relaciones sociales. No obstante, esto no quiere decir que sea necesario tener pareja. Podemos sentirnos apoyados por familiares y amigos".
Jesús Matos cree que "hay una relación directa entre la calidad de las relaciones sociales y la felicidad. Además, el apoyo social actúa como amortiguador del estrés. Es decir, aquellas personas que se sienten apoyadas, tienen menos reacciones de estrés. Y es que poder expresar emociones con personas de confianza nos ayuda a regularlas". La realidad es compleja, y hay que saber abordarla con inteligencia y tranquilidad. La sociedad parece empujarnos a ser independientes o estar demasiado solos... "Creo que vivimos en un mundo más conectado, pero a su vez más individualista. En el que cada vez estamos más solos. Somos más egoístas. Además, gestionamos este malestar de forma poco adecuada. Por otra parte, el discurso mainstream, la tendencia mayoritaria, nos empuja a ser triunfadores y felices siempre, lo que nos sumerge en una frustración constante que gestionamos consumiendo, en lugar de centrarnos en lo verdaderamente importante, que es entablar relaciones de calidad".
¿Mejor solo que mal acompañado?
La llegada de una fiesta como San Valentín despierta recuerdos, emociones, sentimientos, y no son iguales para las personas, según sus particulares coyunturas vitales. Para los que no viven en pareja, solteros o divorciados especialmente, sin duda puede convertirse en un día particular. Muchos lo viven en positivo, pero hay otros que, incluso, recurren al tópico: mejor solo que mal acompañado... "Por supuesto, señala Matos, mejor estar soltero, por ejemplo, que tener una pareja que no te hace feliz. Muchas relaciones se sustentan en el conformismo o en emociones de culpa o miedo. En estos casos, es mucho mejor estar solo y aprender a ser feliz de esta manera".
Y no hay por qué aburrirse: "Ese día, por ejemplo, se puede aprovechar para realizar aquellas actividades que nos gustan. Hay una relación casi directa entre actividades agradables realizadas y estado de ánimo. Estar soltero tiene, objetivamente, algunas ventajas. Lo que ocurre es que muchas veces no las vemos cuando deseamos tener pareja. Es buena idea hacer una lista de las cosas que podemos hacer por el hecho de estar solteros, para cambiar nuestra percepción. Por supuesto, ayuda mucho que llevemos a cabo estas acciones para que no se queden en el papel".
Eso sí teniendo siempre en cuenta, como consideración final, que no es bueno aislarse de los demás, como nos recuerda Jesús Matos: "Alejarse de los demás nunca es buena idea. Es normal querer pasar tiempo solos, pero también es necesario disponer de tiempo de calidad con nuestros seres queridos".
Jesús Matos: "Buenos días, alegría"
Jesús Matos es psicólogo por la Universidad Complutense de Madrid, con un Máster en Psicología Clínica y de la Salud (UCM) y otro en Psicología Pericial y Forense (European Institute of Psychology). Especialista en gestión de la tristeza y desarrollo de la persona, desde hace un año y medio dirige la web dedicada a la promoción de la salud mental En Equilibrio Mental. Asimismo, es autor del libro ‘Buenos días, alegría’, una guía en primera persona con las técnicas necesarias para mejorar el estado de ánimo. Un plan de actuación en 12 semanas para superar la tristeza y alcanzar el equilibrio emocional. Además, lleva años ejerciendo como psicólogo sanitario, ha asistido a congresos como ponente, colaborado en la secretaría científica de encuentros internacionales y publicado numerosos artículos en revistas científicas de prestigio.
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