Ir al gimnasio para no ser una seta en la cama

Esto vale para chicas y chicos, la actividad física activa el torrente sanguíneo y te hace generar endorfinas. Dos circunstancias que te pueden convertir en una dios (o un dios) del sexo. Además de aumentar el deseo sexual y la autoestima (estamos más a gusto con nuestro cuerpo), tendremos más energía y los terminales nerviosos estarán más sensibles a las caricias gracias a un auemnto de la sangre que les llega.

El sexo es una de las actividades que más se ven favorecidas en cuanto empezamos a practicar deporte con cierta sistematicidad. Eso no es noticia.

Pero ahora hay ejercicios muy específicos que tienen fama de ser muy beneficiosos para las mujeres y algunos de ellos están entrando con fuerza en los gimnasios.

Uno de ellos son los famosos abdominales hipopresivos que dicen los expertos puede intensificar tus orgasmos. Su nombre en inglés es Reprocessing Soft Fitness (RSF) y aquí lo conocemos como gimnasia hipopresiva, y ayuda a fortalecer el suelo pélvico, a prevenir problemas como la incontinencia y a disfrutar más de los encuentros sexuales.

La gimnasia hipopresiva fue desarrollada por el doctor belga Marcel Caufriez para ayudar a las mujeres a recuperarse tras el parto. Estos ejercicios ayudan a activar la circulación, la oxigenación y la vascularización de los tejidos, de ahí que la calidad del sexo sea una consecuencia necesaria de estos cambios.

La práctica está basada en unas estudiadas posturas que favorecen la hipopresión de la cavidad abdominal y torácica; y que se combinan con apneas para potenciar su efecto.

Eso sí hay que tener paciencia porque los abdominales hipopresivos requieren de un tiempo de aprendizaje, entrenamiento y al menos al principio, algo de supervisión.

Otra opción más discreta son los ejercicios Kegel para los que no necesitarás ir al gimnasio, con un poco de práctica y concentración podrás dedicarte al asunto en la oficina o incluso sentado esperando el autobús.

Los Kegel, así los llamamos, con familiaridad como si te tratara de un amigo más, son una serie de ejercicios diseñados para fortalecer el estado del suelo pélvico. Su práctica es sencilla y discreta pero requiere de alguna práctica. Se trata de relajar y apretar los esfínteres, músculos que controlan el flujo de orina en tandas de cinco segundos cada una. Se recomienda hacerlo tres veces al día, sentado u acostado. La repetición es fundamental. Cuando ya te sientas cómoda con los Kegel puede introducir una última vuelta de tuerca: los Kegel con unas bolas chinas, un estimulador femenino cuyo beneficio más conocido es fortalecer los músculos de la vagina.

Según los defensores de estas prácticas, el sexo será un antes y un después.