vivir

He pillado a mi pareja chateando con otra/o

Cuando los celos se instalan en el marco convivencial de una pareja, no hay quien los desaloje, se convierten en un invitado que, pronto, se hará dueño de la casa

He pillado a mi pareja chateando con otra/o. / gettyimages

Valérie Tasso
Valérie Tasso

En una pareja es mucho más inquietante los celos que un chat. Cuando los celos se instalan en el marco convivencial de una pareja, no hay quien los desaloje, se convierten en un invitado que, pronto, se hará dueño de la casa, en una carcoma que no deja serrín pero acaba con todas las estructuras de sustentación del edificio.

La escritora francesa Annie Ernauxes la autora de una novelita en la que relata cómo los celos se apoderan de ella y que lleva un título que resume a la perfección lo que son los celos; “ L’occupation” (“La ocupación”, en castellano) porque eso es lo que son los celos: una ocupación, la más exigente, la más exhaustiva de las ocupaciones.

Todo tu tiempo se encaminará hacia ella, nada la hará desfallecer, los procesos diarios devendrán meros automatismos porque tu cabeza no estará en ellos sino en su ocupación, en los celos. Los celos lo ocupan todo. Si de una app se tratase, consumiría el cien por cien de los recursos del procesador del Smartphone sin que, en apariencia, sólo en apariencia, la batería se resintiera. La persona celosa sólo tiene una cosa en mente; demostrar la veracidad de lo que enciende sus celos. Y es igual que sea una persona lista o boba, pues el empeño que pondrá en rastrearlo todo e interpretar a su favor los rastros, la van a convertir en un perro de presa que huele a sangre, en un paranoico que necesita continuamente validar la argumentación de su delirio (sea cierto o falso).

Por eso, siempre digo lo mismo a las parejas que no han previsto ese acontecimiento; si vas a ser infiel , lo primero que debes hacer es una lista de prioridades y si en cabeza está el conservar a tu pareja, olvídalo, porque tarde o temprano te van a pillar. Ya sé que no te lo parece, que eres muy astuta o él o ella muy confiado, pero mientras tú sientes un subidón, él, tu pareja, siente celos y lo segundo, como método de persecución es infinitamente más eficaz que tu euforia como método de disuasión. Y en ese momento será tarde, en la gran mayoría de casos, para ponerse a zurcir nada, porque la aguja y el hilo lo perdimos cuando se instaló en nosotros la ocupación de los celos. Probad a poner a negociar a un paranoico (el celoso), con un melancólico (el infiel cuando se siente culpable) y veréis a lo que me refiero; no conseguiréis ni que acuerden quién de ellos se llama Antonio y quién María. Y mucho menos un relato conjunto de lo establecido, algo que les dé sentido a los dos sobre lo que ha pasado. No, eso hay que hacerlo antes, antes de que los celos sean nuestro vínculo, cuando todavía hay palabras y no cuando hay la emocional sospecha de que estas no van a servir para una mierda. Así que, antes de poneros celosas, pensadlo.

Chatear con otra persona no es una incipiente fantasía, es un modesto paso al acto pero puede constreñirse al ámbito del deseo

Chatear con otra persona es algo que, dentro del imaginario erótico , puede encajarse aún en el deseo. No es una incipiente fantasía, pues el chateo ya es, aunque modesto, un paso al acto, pero puede constreñirse, sólo en ocasiones, eso es cierto, al ámbito del deseo. Es decir, puede por “picantón” o explícito que sea el chateo de una situación no consumada, quedarse en ese mismo deseo sin tener que irse a la reserva del hotel, a apuntarse en un gimnasio o a cambiarse los gayumbos. Y sí, es más que posible que refleje que nuestra pareja siente deseo por otro persona, pero, ¿y tú?, ¿nunca lo has sentido? ¿Ah que sí? pero lo has parado antes, no has llegado a ese punto intermedio del chateo, del “ahora nos vemos y te voy a comer enterito”, bueno, pues eso, lo único que indica, es que tú y tu pareja os tenéis que sentar a hablar. A hablar con la máxima seriedad, sinceridad y confianza de lo que lo tendréis que hacer en vuestra vida en común, porque si lo que en ese momento se estipule, luego se incumple (y vive Dios que se sabrá su cumplimiento o su falta), ya será muy difícil volver a acordar nada nunca más.

Arder y sospechar

¿Así que has pillado a tu pareja chateando con alguien? Pues no te diré que no es, salvo excepciones, una putada pero sí que consideres que, todavía, tenéis palabras y argumentarios para decidir qué hacer, qué sentido darle a eso y qué dirección tomar. Si la solución que adoptas es dejarte ocupar sin resistirte por los celos, entonces la cosa va a pintar mucho peor, infinitamente peor. Y es que “arder” y “sospechar” (lo que etimológicamente significa “celos”) son una mala droga que sólo produce satisfacción cuando te sienta mal.

Además...

  • Reflexiones sobre el porno para padres preocupados

  • ¿Es universal la moral sexual?: prácticas sexuales en el mundo (Parte II)

  • "Estoy preocupada: mi pareja empieza a pensar en hacer cosas sexuales 'raras"

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?