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Me has engañado con Netflix y otras nuevas discusiones de pareja

S.O.S: el amor ya no es lo que era. En el siglo XXI, las tormentas que amenazan la paz tienen que ver con tus perfiles digitales, tu nivel de fluidez sexual y tu filosofía dietética. Pero tranquila: esos conflictos también tienen solución.

Haz click en la imagen y descubre las mejores frases para superar una ruptura./Sean mackaoui

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Silvia Torres
Silvia Torres

Las discusiones de pareja son un clásico que sobrevivirá, incluso, a la extinción de la especie hipster que domina los barrios más cool del planeta, desde Shoreditch en Londres hasta Brooklyn en Nueva York, pasando por Malasaña en Madrid.

La gente se enamora, convive (o no) y se pelea (esto último parece seguro). Lo que ha cambiado en el siglo XXI son las razones que producen los malentendidos y la explosión emocional que desencadena un conflicto. El mundo es otro; y las broncas de pareja, también. ¿O en realidad no?

“Todo por un like”

-[Campo de batalla]: Instagram y Twitter

-[Zona de conflicto]: Problema 1. ¿Quién es más popular? Problema 2. Incompatibilidad digital

Antes, el éxito social de los miembros de la pareja era fácil de medir. Se decidía poniendo en común a los amigos y sugiriendo planes. En ese momento quedaba claro cuál de los dos era el aburrido y cuál traía a la vida en común a la gente más divertida. Pero llegó Facebook (que parece que ya se va), y luego Instagram y WhatsApp, y cambió el baremo. Ahora, si tu pareja tiene 16.000 seguidores en Instagram estás perdida. Es decir, da igual que sea tan activo como una seta en una fiesta, porque en el mundo virtual ya cuenta con una gran fuente de satisfacción y de palmeros que nada tienen que ver contigo. Es decir, tiene su autoestima bien servida y tú, que no tenías ni idea, estás saliendo con una celebrity de las redes... La otra vertiente, el tema de la incompatibilidad, sucede cuando esa persona que te ha conquistado en el mundo real resulta insoportable en Instagram o Twitter. Hay chicos dulces que son grandes haters, damas tímidas que se vuelven exhibicionistas y personas que a las que no hay quien aguante en cualquier red social, por muy encantadora y equilibrada que pueda ser su personalidad analógica.

-[Armisticio] Problema 1. Si sales con un divo y te acabas de enterar, procura asumir la realidad o déjale compuesto y sin novia-o con sus palmeros intangibles. También puedes rebelarte contra tu gris destino de consorte: imita sus mensajes, copia sus hashtags, publica tres veces al día y no te resignes. Problema 2. ¿No soportas a su “otro yo” digital? Bloquéalo en todas las redes, y que nunca se entere. Concéntrate en disfrutarle en carne y hueso.

"Has visto un capítulo sin mi"

-[Campo de batalla]: Netflix, HBO, Amazon Prime Video o Movistar+

-[Zona de conflicto]: ¿Tener perfiles separados o compartir las series en amor y compañía?

Ahora la privacidad es también un concepto virtual, y su primer campo de batalla son las pantallas. Tener un perfil privado te permitirá ver lo que quieras donde quieras... sin esperar a nadie. Además, tiene otra gran ventaja: los caprichos y el mal gusto de tu pareja no contaminarán tu perfil. Así que las recomendaciones de la plataforma se basarán solo en lo que tú veas, y no te sugerirán series y películas ofensivas para un cinéfilo de alta gama, que es lo que crees que eres. Eso sí, ten en cuenta que tu pareja gozará de las mismas ventajas.

Porque claro, habéis decidido que cada uno quiere tener su perfil privado e inmaculado... pero también os apetece tener alguna serie en común para esas tardes de mantita y sofá conjunto. Y en esos casos, es imprescindible pactar y cumplir lo pactado. Si una serie ha sido declarada bien de interés parejil, es alta traición y objeto de bronca mayor que una de las partes adelante capítulos por su cuenta, mientras corre en la cinta del gimnasio o se aburre en el metro. Esto es, en 2019, casi una traición equivalente a tener un amante.

-[Armisticio]: Opción 1. Resignarse a tener un perfil común y asumir el triste dogma –tan de 2008– de que compartir es vivir. Opción 2. Conservar vuestros perfiles separados y prometer que jamás, bajo ningún concepto, se caerá en la tentación de espiar el perfil del otro. Un perfil es como un análisis de orina o una prueba de ADN. En él esta todo: el pasado, el presente y el futuro.

"¿Por qué sigues en Tinder si dices que me quieres?"

-[Campo de batalla]: Tinder

-[Zona de conflicto]: La fluidez de género en el amor.

Paridad en el deseo, fluidez de la atracción, llamémoslo X: el hecho es que, cada día más, las posibilidades de atracción y combinación parecen ser múltiples. Si ves que tu pareja está muy concentrada en mantener el contacto visual en el bar con otra persona, como mínimo puedes sentir curiosidad. Antes, si él estaba mirando a un chico te relajabas. Pero hoy, querida, la competencia podemos ser todos. Además, si os conocisteis en Tinder, es muy probable que esta aplicación para facilitar encuentros sea siempre un punto de tensión no resuelto. Una de las broncas más recurrentes es cuando descubres que tu pareja te ha jurado amor exclusivo (lo de eterno es muy siglo XX), pero sigue manteniendo activo su perfil. ¿Será porque no ha cerrado las puertas por si acaso?

-[Armisticio]: El juego ha cambiado. Hoy, ponerse celosa en modo binario es, la verdad, una reliquia. Se llevan los celos fluidos o, mejor que eso, se lleva no sentirse excluida y, quizá, entrar en el juego antes de ser expulsada. Puede que al final no sea tan difícil llegar a un acuerdo... Muy importante es no ignorar que el 80% de este juego suele tener lugar en internet, y habrá que pactar si se sigue o no con el Tinder activo y abierto mientras se vive una relación de pareja que es, en teoría, exclusiva. Porque si alguien incumple ese pacto, la bronca analógica está más que garantizada.

“¿Compramos o alquilamos?”

-[Campo de batalla]: El instinto de propiedad

-[Zona de conflicto]: ¿Hipoteca o alquiler? ¿Hotel o Airbnb? ¿Taxi o Cabify?

La vida parece ir más en serio cuando uno acumula cierta cantidad de objetos y hábitos que se le suponen a un adulto de bien, desde un piso hasta un coche o unas vacaciones en un buen hotel con un vuelo que te permita llevar, al menos, una maleta mediana en la bodega. Pero ahora se alquilan coches por horas, se vuela en low cost, se duerme en pisos Airbnb …

Y, ¿cómo conciliar una personalidad con un instinto de propiedad clásico con otra que prefiere llevar la vida con ligereza? La relación con el dinero y con la propiedad están en la raíz de muchos conflictos de pareja; y también nuestra postura sobre fenómenos como Glovo, Amazon, Uber o Cabify… Esta es una de las grandes broncas modernas: “¿Quién nos trae la pizza, el chico de Glovo o el repartidor de la pizzería?”; “¿o mejor bajamos nosotros mismos?”.

-[Armisticio]: Si hubiera solución tendría que pasar por la mediación . Aquí hay una diferencia ideológica profunda y si ninguno cede solo queda tirar por la calle de en medio: comprar un coche pero pequeño y eléctrico; pedir pizza vegana por Glovo o pillar un Cabify y no dejar que el conductor se comporte como tu mayordomo. Nada de esto es efectivo, pero de ilusiones también se vive.

“Tú tan carnívoro y yo tan vegana”

-[Campo de batalla]: La comida.

-[Zona de conflicto]: Las alergias e intolerancias alimentarias.

La pregunta “¿con o sin gluten?” se ha convertido en el himno de nuestra época. Se podría medir el grado de modernidad y hipsterismo de un restaurante por la longitud de su lista de alérgenos declarados o por las veces que un camarero tatuado hasta las cejas te pregunta: “¿Desea saber cuáles de los platos de nuestra carta son veganos?”.

La dieta se ha convertido en un campo minado en las relaciones. Habitualmente, uno de los dos es más sensible al asunto y propone apuntarse a un grupo de consumo para pasar los fines de semana recogiendo verduras y sembrando la huerta. Al otro, en cambio, le parece mejor plan de domingo ir de cañas con los amigos a ese bar donde ponen unas gambas a la plancha que están para morirse. Y la tormenta estalla, claro, porque ni las gambas son aceptables para uno, ni para otro lo es pasar su día de descanso recogiendo lechugas.

-[Armisticio]: Conviértete en pareja gastronómicamente mixta. El amor es posible para las parejas compuestas por vegano/carnívoro, lactosa free/queso adicto o gluten free/amante de la pasta. Pero será necesario negociar. El objetivo: tener un frigorífico y dos corazones (o dos estómagos) felices. La ingeniería de baldas y rejillas de la nevera da para mucho. Explora el terreno, divide el espacio y no intentes llevar al otro a tu terreno. Ya hay mucha gente en el mundo que come tofu.

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