LLeváis una relación saludable, estáis enamorados, ilusionados y habéis decido dar un paso tremendamente significativo en vuestra relación: mudaros para comenzar una vida juntos. En estos momentos la palabra convivencia se ha convertido en tu predilecta, así la sacas a la palestra en todas las conversaciones siempre que viene al caso (y cuando no, también). Por fin vas a compartir espacio con la persona que amas y, parafraseando a Penélope Cruz y a Shakira, todo (absolutamente todo) te suena a ‘Benvenuti alla felicità al quadrato’. Pero nada más lejos de la realidad.

Consejos para vivir con tu pareja. / @alexandrapereira

Vivir con tu pareja es una decisión importante que abre una nueva etapa en vuestra relación, por eso mismo también puede convertirse en todo un reto. No sólo es la elección del piso en el que viviréis, colocar los muebles como los visteis en esa foto tan mona de Pinterest y decidiros a mantener el orden cual Marie Kondo. Hay situaciones y problemas del día a día con los que tendréis que lidiar juntos, además de aprender a conoceros y comprenderos de otro modo. Por eso, teniendo todo esto en cuenta, antes de empaquetar todas tus cosas y empezar a marcar cajas etiquetadora en mano, deberías leerte este manual de supervivencia, ¡estarás preparada para todo!

Comunicación

Ahora has dejado de ser tú y únicamente tú tomando tus decisiones, haciéndote con un estilo de vida, un hogar y unas rutinas tal cual las habías imaginado en tu cabeza. La convivencia es un mundo compuesto por dos habitantes en el que entras a formar parte de un equipo, por lo que cada decisión importante ha de ser meditada, conversada y tomada por ambos. Por eso, ser sinceros el uno con el otro se vuelve imprescindible: qué queréis, qué evitáis, dónde os gustaría vivir, hasta dónde podéis llegar económicamente, qué no soportáis en la convivencia… hablando se entiende la gente y si no lo haces con franqueza, puede acarrear reproches en el futuro.

Nuevos hábitos

Debes ser consciente de que os embarcáis en una etapa apasionante, pero que cambiará vuestra vida desde el momento en el que ponéis un pie en vuestro nuevo hogar. Si antes vivías con compañeros, amigos o con tu familia, la dinámica va a ser completamente distinta. Ya no te cruzarás a diario con esas personas por casa ni vivirás las mismas situaciones de antaño con alguien a quien, a la hora de compartir espacio, ya conocías tanto. Si vivías sola, puedes llegar a sentir que se invade tu atmósfera personal o que esos largos ratos de silencio a modo de introspección han desaparecido. Tranquila, convivir en pareja muda muchas cosas y a veces nos supone un estrés durante las primeras semanas, pero todo forma parte de un proceso en el que ambos os adaptáis y os hacéis a esa nueva rutina compartida. Con comunicación, respeto y serenidad lo conseguiréis.

Consejos para vivir con tu pareja. / @rocky_barnes

Adaptación

Cada persona es un mundo y su forma de ser y de actuar responden a su carácter, las experiencias vividas y la manera que tiene de ver el mundo. Por eso, no creas que tu pareja va a ser tu réplica nada más mudarte, que hará las cosas exactamente como a ti te gusta que se hagan y que actuará conforme tú consideres correcto, ¡en absoluto! Aprended a quereros tal y como sois, esforzándoos por entenderos y por mejorar juntos cada día. Porque para unas cosas considerarás que es un desastre y para otras lo serás tú, la adaptación es la clave para llegar a puntos de consenso.

Tranquilidad y paciencia

Probablemente tendrás que cambiar dinámicas de vida, sin que implique una renuncia en el sentido más estricto de la palabra, ni montar la tercera guerra mundial con cada detalle mínimo que no se hace tal cual tú lo querías. Estáis construyendo algo juntos y para eso hay que pasar un período de adaptación y aprendizaje en el que la paciencia, la calma y la sinceridad son imprescindibles para que todo fluya.

Cuestión de espacio

Cuando comienza la convivencia te haces consciente de que ciertos aspectos de tu privacidad desaparecerán en muchas circunstancias y que el “yo” ha pasado a convertirse en “nosotros”. Eso no quiere decir que tengáis que renunciar por completo a vuestro espacio, todo lo contrario. Es que es importante mantener alguna parte de la casa de forma más personal para cada uno, donde podáis sentiros tranquilos cuando os apetezca estar un rato a solas.

Consejos para vivir con tu pareja. / @happilygrey

¿Y los animales?

¿Quién dijo que las parejas sean de dos? A veces se suman más compañeros a la ecuación, como son los perros o los gatos, y hay personas a las que les supone un esfuerzo extra. No siempre se adopta un animal juntos, a veces uno de los dos ya tenía un compañero de vida peludo antes de que comenzase vuestra convivencia. En este caso, dejad las cosas muy (pero que muy) claras, porque probablemente el modus operandi que teníais tú y tu inseparable amigo, no va a ser el que tengáis estando los tres. Conversad y respetad las necesidades de todos, marcad dónde podrá comer, a qué se podrá subir, a qué lugares accederá, dónde le dejaréis dormir y dónde no… ¡hacedlo por él! Que querrá establecer su rutina y no que lo “mareéis” de tal forma que uno lo anime a subirse a la cama y el otro le riña cada vez que se asoma por la habitación.

Cuentas claras

¡Y el chocolate espeso! Efectivamente, el dinero es un tema que también va a entrar en juego en la convivencia, por eso cuanto más se aclare esta situación, menos peleas en el futuro vinculadas al tema económico. ¿Quién va a aportar qué y cuánto en la casa? ¿Qué suma podrá cada uno para la convivencia? Aportar una cantidad en proporción al sueldo de cada uno, de tal forma que se cubra el alquiler o la hipoteca, las facturas y los gastos suele ser la mejor decisión.

Igualdad y respeto

La responsabilidad de mantener la casa habitable, limpia, poner la lavadora, cambiar la bombilla que se ha fundido, solventar el problema con esa humedad del techo o ir a la compra, es de ambos. Repartid tareas o combinadlas, sea como sea, hacedlo de forma equitativa. Todo es cosa de dos.

Consejos para vivir con tu pareja. / @negin_mirsalehi

Creciendo juntos

Nada es complejo cuando piensas que forma parte de un proceso en el que ambos aprendéis, mejoráis y os superáis. Experiencias nuevas te traerán situaciones diferentes y eso forma parte de una curva de aprendizaje y de un gran viaje que emprendéis de la mano.

Sencillamente: amor

Habrá días maravillosos y otros en los que no sabréis por qué estáis envueltos en tamaña aventura, ni en qué momento se os ocurrió hacer los bártulos y mudaros juntos. Pero esto pasa en las mejores familias y, en cuanto os miráis con quietud, sin el estrés matutino y el ritmo frenético de los días, os daréis cuenta de qué os llevó ahí, de cuánto amor incondicional y sin reservas se respira y de que, en definitiva, no pueden existir mejores compañeros de viaje. Love is in the air!

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