Cuando hablamos de redes sociales y de mundo 2.0 debemos tener algo muy claro: no todo es lo que parece. Una de las últimas tendencias en la red son las parejas 'instagrammer' que, aprovechando el fenómeno de la aplicación, han decidio que una forma factible de rentabilizar su amor es crear una historia digna de Disney, (que hasta las propias porincesas envidiarían), con el objetivo de acumular 'likes'. En este envidiable feed, sus seguidores se enamoran de su estilo de vida, su química como pareja y también de sus viajes de lujo. Claro ejemplo son @mariefeandjakesnow, pero si venimos a España, influencers como Dulceida , María Pombo o Lovely Pepa también comparten su relación de pareja con fotos y 'stories' pordoquier.
Lo más normal es preguntarse hasta qué punto tanta felicidad es posible. La cuenta de @muradosmann es también un ejemplo claro. Seguro que te suenan, se hicieron famosos por estas fotos:
La respuesta a si es oro todo lo que reluce, solo la pueden contestar las parejas en cuestión... pero, ¿Cómo afecta Instagram a la parejas normales y corrientes? ¿Es una herramienta que genera discusiones?¿O es una aplicación mediante la cual se pueden compartir cosas?
Las opiniones son contrarias. Y la ciencia, no se pone de acuerdo. Según un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores en la Universidad de Norhwester, Winsconsin, Harverford y Toronto son las parejas inseguras las que más contenido suben a redes sociales, como si las fotos o los vídeos, pudieran hacer su relación más fuerte. No obstante, otra investigación compartida por Personality and Social Psychical Bulletin afirma que las parejas que más éxito tienen son las que menos publican información sobre su vida a amorosa, ya que no necesitan ningún confirmación que refuerce su relación.
Podríamos pensar que compartir fotos de tu amado por las redes sociales no es más que un acto de amor, además de un gesto necesario. O al menos, eso dicen los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Kansas. ¿La razón? Sencilla a priori. Ya que compartimos en redes sociales todo lo que hacemos (o casi todo), lo más sano para la relación de pareja es incluir esta faceta de la vida personal para que la otra persona no se sienta descolgada u olvidada, aunque sea con una foto de vez en cuando.
Y es que, los investigadores compararon qué pasaba cuando una persona publicaba información personal en las redes sociales y cómo, este gesto, afectaba a la intimidad de su relación amorosa. Había una diferencia notable entre cuando la persona publicaba sobre sí misma y cuando publicaba sobre su pareja de manera particular o ambos juntos. El resultado fue que la persona excluida se sentía mal y fuera de la vida 2.0 de su pareja, lo que acababa afectando a su relación.
Sin duda, a no ser que te plantees hacer de tu vida amorosa una cuenta de Instagram llena de instantáneas maravillosas, lo mejor que puedes hacer si tienes pareja es encontrar el queilibrio para que ni se sienta apartado de tu vida digital, ni tampoco sobre expuesto.
¿Un consejo? Tomarse una descanso del mundo 2.0 tampoco viene mal. Y puede ser incluso beneficioso para la salud .
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