orgasmo
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El sexo no es simple disfrute. Mantener una correcta higienes sexual es uno de los secretos de la chispa en las relaciones. El sexo es un nexo físico y mental que, muchas veces, se vuelve rutinario. Sobre todo en el caso de relaciones largas (incluido el sexo a partir de los 50 años). Mantener la pasión del principio, o disfrutar del placer del sexo de forma adecuada no se puede entender sin comprender cuáles son las mejores posturas sexuales para aumentar el placer (y sin escuchar alguno de los mejores podcast sobre sexo).
Y en esto, también hay subjetividad: hay que recordar que para cada persona, el placer radica en una cosa distinta, que cada persona tiene sus preferencias íntimas y que, si lo que queremos es disfrutar al máximo y hacerle sentir como un Dios o una Diosa, lo primero que hemos de hacer es comunicarnos y entender qué necesita y qué le gusta a la otra persona. «El placer es una sensación subjetiva, es decir, cada persona siente el place de forma distinta, entren en juego las fantasía, los gustos personales y las experiencias sexuales previas», explica a Mujerhoy el doctor Vicente Bataller Perelló, sexólogo y psicoterapeuta de orientación Psicoanalítica en Valencia. De hecho, está comprobado que hablar de sexo mejora la relación de pareja.
En este sentido, cabe destacar qué podemos hacer para mejorar las relaciones sexuales con penetración. Además de preguntar a la otra persona cuál es la postura que más placer le aporta de forma individual, viene bien saber cuáles son, a ojos de la objetividad, las posturas sexuales más placenteras. Vamos a centrarnos en explicar cuáles son las posturas sexuales que más placer aportan a la mujer. Para ello, hemos consultado con dos expertos que nos han revelado algún truco y cuáles son, a su juicio y según su experiencia, las posturas sexuales que más placer aportan a la mujer. «Las posturas sexuales que más placer dan a la mujer son aquellas que estimulan el clítoris de forma directa o indirecta», dice Valérie Tasso, sexóloga, escritora y embajadora para España de la marca LELO.
«Las mujeres alcanzan fundamentalmente el orgasmo a través del clítoris», explica el doctor referenciado. «Aunque haya mujeres que prefieren la penetración creyendo que así van a conseguir el orgasmo, esto es complicado», continúa. Algo en lo que coincide Valérie Tasso: «Alcanzar el orgasmo 'solo' con la penetración puede darse porque ha habido una estimulación indirecta del clítoris, a través de su Punto G, o bien porque su pareja, al penetrarla, con el movimiento de vaivén de la penetración le está rozando la parte externa del clítoris», dice a Mujerhoy.
Así que, teniendo la opinión de los expertos en cuenta, podemos deducir que las mejores p osturas sexuales son aquellas que estimulan el clítoris de forma directa o indirecta. Aunque es cierto que hay que ser prudente: «Los gustos sexuales pueden ser muy subjetivos y aseverar que hay una postura sexual que claramente está por encima de las demás puede ser peligroso, ya que si una mujer no se siente cómoda en esta postura puede pensar que tiene un problema», explica Valérie. «No se puede homogeneizar la sexualidad», continúa rotunda.
Como explicamos, las posturas sexuales que nombramos a continuación, son posturas en las que existe, en mayor o menor grado, la doble estimulación femenina. Es decir, posturas que implican al clítoris de forma externa y de forma interna, pues es este el punto G femenino y, por ende, el punto que siempre se debe tener en cuenta al practicar sexo. Al menos si el objetivo último es conseguir el mayor placer y llegar al orgasmo profundo.
En el caso del hombre, las mejores posturas sexuales serían aquellas que implicasen también al punto G, que en este caso está en la próstata y, por ende se encuentra dentro del recto (aproximadamente a unos 5 cm de este). Así que las posturas que mayor placer dan al hombre son la que implican de alguna manera la estimulación anal, ya sea de forma directa o indirecta (a través del perineo).
A estas posturas puedes añadir alguna de las mejores prácticas para aumentar el placer de la mujer.
«Es una de las preferidas de las mujeres porque ellas mandan en la profundidad de la penetración y en el ritmo», explica Valérie Tasso. El nombre viene de la mitología griega.
¿Cómo practicar la postura de Andrómaca?
«La mujer cabalga sobre el hombre sentado o acostado en la cama», explica esta profesional. La mujer puede estar mirando al frente, directamente a la cara del amante, o bien dándole la espalda, pero el resultado es el mismo.
¿Por qué es placentera la postura de Andrómaca?
«En esta postura ambos tienen las manos libres y pueden estimular varias partes de su cuerpo, como el clítoris», argumenta Valérie. Además, con ella se puede jugar mucho; chupar partes erógenas del cuerpo, dejar que sea la pareja la que masajee y estimule el clítoris,...
Tanto el doctor Vicente Bataller como Valérie coinciden en que esta postura es una de la que más placer otorga a la mujer y, además, es una de las más erógenas y placenteras también para el hombre, así que lo tiene todo. «Es una de las posturas que más estimulación del punto G femenino consiguen», explica Bataller.
«Esta postura permite una penetración profunda y, en el caso de la mujer, la posibilidad de ver su Punto G estimulado por el pene de su pareja«, argumenta Valérie.
Eso sí, hay que tener algo de cuidado con ella porque al permitir una penetración tan profunda, puede llegar a ser dolorosa en según qué casos para la mujer.
¿Cómo practicar la postura del perrito?
Básicamente consiste en que la mujer se pone a cuatro patas (apoyando las palmas de las manos y las rodillas en el suelo o en la cama) y el hombre le penetra desde detrás.
¿Por qué es placentera la postura del perrito?
Además de la estimulación del Punto G femenino, esta postura es muy placentera porque el hombre, al tener las manos libres, puede estimular a la vez el clítoris de la mujer u otras zonas erógenas como las nalgas o el pecho. Lo mismo ocurre con la mujer, que puede estimularse a sí misma el clítoris o dejar que lo haga su pareja mientras estimula los testículos.
Una de las mejores posturas para practicar sexo de forma 'slow' es la cuchara: «Esta postura combina la pasión con la ternura», explica la sexóloga. Además, la ventaja en este sentido es que el cansancio no será una interrupción porque es muy tranquila: «Es muy cómoda para ambos», prosigue Valérie.
¿Cómo practicar la postura de 'La cucharita'?
En esta postura el hombre y la mujer permanecer acostados hacia la misma dirección, el hombre detrás de la mujer, desde donde se inicia la penetración.
¿Por qué produce placer la postura de 'La cucharita'?
Tal y como explica la experta, es que en esta postura los dos tienen libres las manos para poder estimular el pecho o el clítoris de la mujer y ella, desde delante, también puede estimular los testículos porque también tiene las manos libres.
El misionero es, posiblemente, la postura sexual más conocidas de todas. La mujer permanece acostada y el hombre colocado encima de ella inicia y varía la intensidad y la rapidez de la penetración. Ahora bien, igual que es la más conocida, es una de la que más variantes ofrece (también, quizás, por ser una de las más practicadas).
Es el caso del misionero con pinzas, u na de las mejores posturas sexuales, de acuerdo a la opinión de Bataller.
¿Cómo practicar El misionero con pinzas?
«La persona que penetra se coloca encima y la mujer abre sus piernas y se entrelaza alrededor de la cintura de su pareja», explica el doctor. Una variante bastante sutil y que, sin embargo, puede aumentar el placer.
¿Por qué produce placer la postura del misionero con pinzas?
Igual que el misionero clásico, esta postura es perfecta para mantener el contacto visual con la pareja. El grado de penetración que se produce con esta postura permite una estimulación directa e interna del clítoris y, además, la fricción externa también permite la estimulación por fuera.
Esta es una postura que genera sensaciones intensas para las dos partes, tal y como informan los expertos de Platanomelón. Eso sí, es también una de las más atrevidas del Kamasutra, así que no es apta para los más clásicos (aunque vendría bien atreverse con ella si sentimos que la rutina se apodera de nuestras relaciones íntimas de pareja).
Cómo practicar la postura de la 'L'
Tal y como explican estos expertos, una de las dos personas se tumba sobre una mesa con las piernas en alto rodeando la cintura de la pareja mientras, la que está de pie, controla y lidera los movimientos de penetración, así como la intensidad de esta.
La persona que está tumbada puede colocarse bocarriba o bocabajo, dependiendo de lo que se quiera estimular y, además, se puede controlar la altura con cojines bajo las caderas o con un taburete debajo de los pies.
¿Por qué produce placer la postura de la 'L'?
Esta postura permite una penetración profunda y la persona que está de pie tiene las manos libres para poder estimular el clítoris de la mujer u otras zonas erógenas.